La Policía Nacional ha atribuido a los detenidos por el robo violento en un domicilio del barrio del Cristo del Mercado un segundo asalto en la vivienda del mesón 'El Arriero', en el barrio de San Marcos de la capital, que fue perpetrado el pasado mes de marzo.

Ambos robos se desarrollaron con el mismo 'modus operandi'. Los delincuentes ataron a sus víctimas, mujeres en los dos casos, y las amenazaron y golpearon para que les dijesen dónde guardaban el dinero y las joyas para posteriormente sustraerlos.

En el caso del mesón, delito que se atribuye a seis detenidos, cuatro individuos ocultos con pasamontañas accedieron al domicilio, ubicado en la planta superior, tras forzar una ventana. En el interior se hallaban durmiendo dos mujeres, una octogenaria y su hija, que fueron maniatadas, amordazadas y golpeadas.

El otro caso se produjo unos meses antes, a mediados de diciembre de 2012, cuando cinco de los ahora detenidos, encapuchados, sorprendieron en el portal de la vivienda a dos mujeres de 67 y 75 años y les obligaron a entrar en su casa, en la calle Agapito Marazuela.

Una vez dentro, con gran violencia, maniataron y amordazaron a las víctimas así como las agredieron para amedrentarlas y conseguir que dijesen dónde había dinero.

Ante las coincidencias en la forma de operar, los agentes sospecharon desde el principio que ambos casos podrían tener la misma autoría, un extremo que fue confirmado a medida que avanzó la investigación, según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Según ha averiguado la Policía, los presuntos autores pertenecían a un grupo criminal dirigido por unos cabecillas que se encargaban de captar la información de personas que podían ser objetivos fáciles, fundamentalmente por ser de avanzada dedad, y que podrían guardar en su domicilio dinero y joyas. Una vez elegidas sus víctimas, las vigilaban a ellas y al domicilio y estudiaban sus hábitos y movimientos.

La ejecución del asalto estaba igualmente planificada. Así, mientras unos miembros de la red realizaban el asalto a la vivienda, otros se encargaban de vigilar en el exterior para, en el caso de que detectasen presencia policial o cualquier otra incidencia, dar la alarma a los que estaban en el interior.

Reparto del botín

Los delincuentes portaban un maletín en el que guardaban los efectos que utilizaban durante el asalto, tales como bridas o cinta americana para atar y amordazar a las víctimas, o los pasamontañas y guantes que utilizaban. También usaban el maletín para guardar los efectos sustraídos. Una vez finalizado el robo, todos los integrantes del grupo se dirigían a un lugar concertado para repartirse el botín conseguido.

Los detenidos, la mayoría de los cuales ya tenían antecedentes policiales, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial competente, que ha ordenado su ingreso en prisión.

La Policía Nacional de Segovia da por desarticulado el grupo. En total, los agentes han detenido por ambos casos a siete personas con edades comprendidas entre los 21 y los 45 años y diferentes nacionalidades —española, colombiana, rumana, chilena, peruana y portuguesa—.