El vocal del Poder Judicial y titular del juzgado central de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, Miguel Carmona, ha señalado que la sociedad española "no aceptaría" que por actuar con "ligereza", porque el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "no haya hecho todo lo que tenía que hacer y todo lo bien que lo tenía que hacer", un asunto como el de los papeles de Bárcenas —que este juzgado investiga— "pudiera acabar en nulidad". "Entonces si que tendríamos que salir todos corriendo y escondernos debajo de mil metros de tierra", añade.

Así se ha expresado Carmona en rueda de prensa en Sevilla al ser preguntado respecto a las informaciones publicadas este martes sobre su oposición a la continuidad de Pablo Ruz como juez de apoyo el juzgado central de instrucción número cinco. En este sentido, afirma que "hay tiempo suficiente" porque queda "como mínimo" hasta mediados de octubre, por lo que "sería imperdonable que por una precipitación no necesaria, pudiéramos hacer las cosas no del todo bien y dar pie a que se pudiera esgrimir que se está vulnerando el derecho fundamental al juez natural y al juez ordinario determinado por la Ley Orgánica del Poder Judicial". "Hay que respetar el derecho fundamental de todos los ciudadanos al juez ordinario predeterminado por la Ley", reitera.

Sobre si le da algo de reparo hacerse cargo del caso Bárcenas, Carmona ha señalado que "ni le da reparo ni al contrario". En este sentido, insiste, que como juez titular de este juzgado, "vendría bien que por el número y la entidad de los asuntos que se llevan hubiera un refuerzo" y "sobre todo que Ruz, que conoce suficientemente bien los asuntos continuará allí", porque, además, "hay unanimidad en que lo está haciendo bien, que es una persona trabajadora, discreta y eficaz". En este sentido, subraya que en este juzgado "no solo está el caso Bárcenas sino 35 casos de gran calado", por lo que "claro que le viene bien un refuerzo, porque el interés de todo es que se lleven las cosas bien".

Pero, insiste, como no hay ninguna precipitación, "vamos a hacer las cosas bien, seguir los pasos necesarios y adoptar las decisiones que haya que adoptar de manera que puedan ser inobjetables y que no se dé pie a que pueda haber problemas añadidos". "Si adoptamos una medida de apoyo, tenemos que hacerlo siguiendo estrictamente el procedimiento legal, que establece el artículo 216 bis 3 de le Ley Orgánica, que dice que si la Sala de Gobierno estima que es necesario un refuerzo tiene que publicitarlo, tiene que haber posible peticionario, una orden de prelación, pedir informe a la sala de Gobierno del Tribunal de origen, que sería en este caso el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y tiene que decidir luego la Comisión Permanente".

"lo ordinario es que el juez de refuerzo lleve los asuntos nuevos"

Por último, y sobre si en este procedimiento podría ocurrir que no fuera Pablo Ruz el juez de refuerzo, Carmona ha señalado que "sí" pero que "sería difícilmente imaginable que lo vaya a pedir alguien con más cualificación". Asimismo, y ante la pregunta de cómo se distribuirían los asuntos si continuara Ruz, ha respondido que lo ordinario "es que el juez de refuerzo lleve los asuntos nuevos", pero lo que pasa es que "a nadie se le escapa que si en un órgano de estas características hay dos magistrados que están actuando, haya una comunicación entre ellos, y en este asunto —Bárcenas— esa comunicación existe y existirá".

En cualquier caso, agrega que si continuase Ruz "tendrían que hablar y establecer cómo se organizaría ese trabajo", pero "como tenemos como mínimo tres meses para que esto se suceda, pues tendremos que establecer un periodo de transición razonable", afirma Carmona, quien considera "inevitable" que un asunto como el caso Bárcenas "tenga repercusión mediática", toda vez que opina que "se está actuando bien en este caso".