Ricardo Blázquez inaugura mañana en Traspinero una exposición dedicada José Velicia, impulsor de Las Edades del Hombre

La Diócesis de Valladolid y la localidad de Traspinedo rendirán mañana sábado un homenaje al impulsor del proyecto expositivo de 'las Edades del Hombre', José Velicia, al cumplirse 25 años del inicio de esta iniciativa.
Cartel de la exposición sobre José Velicia
Cartel de la exposición sobre José Velicia
ARZOBISPADO VALLADOLID
Cartel de la exposición sobre José Velicia

La Diócesis de Valladolid y la localidad de Traspinedo rendirán mañana sábado un homenaje al impulsor del proyecto expositivo de 'las Edades del Hombre', José Velicia, al cumplirse 25 años del inicio de esta iniciativa.

Así, el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, a inaugurará mañana la exposición 'Memoria Agradecida' que recorre la vida y la obra del sacerdote José Velicia, en la Iglesia de San Martín de Tours, de Traspinedo.

José Velicia fue ordenado sacerdote en 1955 y su su primer destino fue en Olmedo, que pertenecía anteriormente a la diócesis de Ávila, además de que. Fue nombrado coadjutor, debiendo atender la parroquia de Llano de Olmedo, lo que le permitió conocer al escritor José Jiménez Lozano, quien reside en la vecina localidad de Alcazarén.

En 1960, alcanzaba la capital, llamado por el arzobispo García Goldáraz, para asumir el consiliario de los hombres de Acción Católica, la dirección espiritual del Colegio Mayor San Juan Evangelista, y finalmente coadjutor de San Ildefonso.

Fue con su amigo José Jiménez Lozano con quien diseñó el proyecto de Las Edades del Hombre después de haber viajado periódicamente por Cataluña, según explica el historiador Javier Burrieza.

El proyecto inicial "era muy redondo". En la Catedral de Valladolid se acogerían las artes plásticas; en Burgos, los documentos históricos de los archivos; en León, sería el espacio reservado para la música mientras que la culminación en Salamanca se destinaba al diálogo entre la 'Fe y el Arte', entre el arte antiguo y el contemporáneo.

El proyecto de las exposiciones se iba a alargar, saltando las fronteras, no sólo regionales sino nacionales, cuando aceptó la exposición de Amberes. Desde la clausura de Valladolid y el desarrollo de la de Burgos, empezó a ser frecuente la presencia de los miembros de la Familia Real.

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