El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), y el portavoz del Grupo Municipal Popular, Jesús Postigo, han cruzado este jueves acusaciones en torno al Palacio de Congresos que la Diputación Provincial promueve fuera de la capital con apoyo económico de la Junta de Castilla y León.

Ambos consideran que se está llevando una campaña de intimidación para impulsar a posicionarse o no en contra del proyecto en la recogida de firmas que organizó el Equipo de Gobierno en el Ayuntamiento segoviano para rechazar la construcción del centro de La Faisanera con dinero público, que según el primer edil ha recibido "miles y miles" de adhesiones y se extenderá hasta el 7 de julio por demanda vecinal.

Postigo ha asegurado que los promotores de la recogida de firmas están "intimidando" a muchas personas que en condiciones normales quizás no hubieran estampado su rúbrica y ha opinado que con esta iniciativa se entra no sólo en la intimidad de las personas, sino también en su libertad.

Por su parte, el alcalde ha advertido de que gente vinculada al PP está "amenazando" con "consecuencias negativas" a algunas personas y de que revisarán los pliegos para conocer quién ha mostrado su disconformidad con el Palacio de La Faisanera, ubicado en Palazuelos de Eresma.

"Ahora entiendo por qué el PP no quería el voto secreto, pues con él nunca hubieran sabido qué votan los segovianos ni quién vota y no podrían seguir esas tácticas", ha señalado en declaraciones recogidas por Europa Press el regidor, cuyo decreto para realizar una consulta popular sobre el espacio de la Diputación fue suspendido judicialmente, según ha dicho, por el "miedo escénico del PP a la democracia".

El primer edil, en su rueda de prensa habitual tras la Junta de

Gobierno Local, ha cuestionado por otra parte las cifras aportadas por el presidente de la Institución Provincial, Francisco Vázquez (PP), sobre la repercusión económica del futuro Palacio de Congresos, de 51 millones de euros en sus tres primeros años de actividad y 10,8 sólo en el primero.

De acuerdo con esos datos, 700 congresistas pasarían semanalmente por el centro y gastarían en Segovia 600 euros al día, según ha estimado Arahuetes, quien ve con recelo unas cifras que considera gratuitas, carentes de cualquier aval y nada serias.

Al respecto, el alcalde ha incidido en que son muchos los espacios de este tipo que se mantienen cerrados por falta de demanda en el momento actual, entre ellos el de Tarragona, una ciudad cercana a Barcelona declarada Patrimonio de la Humanidad y "muy golosa" a la hora de celebrar convenciones.

En su intervención semanal, Arahuetes ha aprovechado para anunciar la próxima publicación de un artículo con datos "objetivos" sobre el "entramado societario" de Segovia 21, complejo donde se levantará el Palacio de Congresos. Cuántas sociedades operan en él, sus pérdidas y ganancias, las deudas contraídas o la edificabilidad son parte de la información que facilitará el regidor, toda ella sustraída del Registro Mercantil.

A su juicio, es "bueno" que los segovianos sepan cuál es la situación para que puedan valorar lo positivo o negativo de construir en sus terrenos el espacio.