El Ayuntamiento de Lleida ha ordenado este miércoles el desalojo preventivo de los bloques 10 y 12 de la calle Boters, en el centro histórico, por el incumplimiento de los requisitos mínimos de habitabilidad y salubridad, así como por problemas de seguridad que se han detectado a los dos inmuebles, ha informado el consistorio en un comunicado.

En total, se han tenido que desalojar una docena de personas entre los dos edificios, según el Ayuntamiento.

La primera teniente de alcalde, Marta Camps, ha explicado que fruto de la última inspección realizada a finales de la semana pasada se vio que los dos edificios se iban deteriorando.

"Hemos ordenado al propietario el desalojo preventivo para evitar el peligro para las personas que viven y para poder hacer una inspección cuidadosa que determine si se tienen que declarar en ruina inminente o no", ha afirmado.

"Hemos detectado que se hace un uso irregular de los inmuebles puesto que no son habitables y tienen muchos problemas de salubridad, sobreocupación y actividades irregulares", ha añadido.

El Ayuntamiento había hecho desde finales de año varios requerimientos al propietario para que diera cumplimiento a los requisitos mínimos de habitabilidad así como la ejecución de varias obras de consolidación de la fachada y de solidez del edificio.

El edificio de Boters 10 tiene un local en los bajos y tres pisos donde viven 9 personas y el de Boters 12 tiene 4 pisos, uno de los cuales estaba vacío y en el resto viven tres personas.

En la mayoría de los casos, el propietario se ocupará de realojar estas personas y, en todo caso, el Ayuntamiento de Lleida de forma subsidiaria realojará alguna familia que lo necesite, ha informado el consistorio.

El martes de la semana pasada se derrumbaron dos edificios en el mismo barrio que habían pasado una inspección municipal en 2009.