En su día sirvieron para patrullar en carreteras y calles de toda Catalunya y ahora están acumulando polvo en garajes y almacenes. Son las motocicletas de los Mossos d'Esquadra que, una vez sustituidas por modelos mejores y más modernos, quedan aparcadas. Los agentes piden incluso poder comprarlas cuando todavía se encuentran en buen estado. Ahora quizás es demasiado tarde.

En un garaje de Tàrrega de los Mossos, seis motos marca BMW están recubiertas de polvo tras cinco años aparcadas y sin uso. Son del modelo 850 RT y, al ser sustituidas por el modelo 1200, de la misma marca, se quedaron en el desván, según explica la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya (USPAC), que denuncia que se cambiaron «más por estética que por funcionalidad» y que, por tanto, todavía funcionaban como es debido.

Este modelo se puede lograr en el mercado de segunda mano por poco más de 5.000 euros. «Se echaron a perder, están llenas de polvo y humedad», lamentaba un portavoz de la USPAC. Los agentes relatan que no es el único caso en Catalunya y, por este motivo, piden que se pongan a la venta, y más teniendo en cuenta el contexto socioeconómico actual. Bastaría con sacarles el logotipo, dicen.

A diferencia de los coches, que están en régimen de renting, las motocicletas de los Mossos pertenecen a Interior. En noviembre de 2010 se llevó a cabo la última subasta de estos vehículos de dos ruedas. Se trataba de motos de gran cilindrada que partían de un precio en torno a los 1.000 euros.