Representantes de los trabajadores de Galmed, la planta de ThyssenKrupp en Sagunto (Valencia), viajarán este lunes a Bruselas para trasladar sus reivindicaciones a europarlamentarios de las distintas fuerzas políticas con representación en la cámara supranacional e intentar recabar apoyos para evitar el cierre.

En declaraciones a Europa Press, el miembro del comité europeo de la multinacional, Ramón García, señala que esta iniciativa se enmarca en la "hoja de ruta" que diseñaron tras conocer los planes de reestructuración de la multinacional alemana.

El viernes decidieron mantener ese calendario de protestas tras la reunión en la que el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, les informó de su encuentro en Alemania con directivos del grupo, al considerar que se encontraban "igual que al principio: se continúa barajando la posibilidad de alcanzar buenos acuerdos para la venta o, si no, se producirá el cierre", resume.

"Sigue siendo la misma historia que al principio", mantiene el representante de CCOO, quien mantiene que continuarán con las acciones previstas y que, tras reunirse con europarlamentarios de todos los grupos políticos, el día 3 de julio trasladarán su protesta al Foro Internacional de ThyssenKrupp.

Según explicó Buch, en la reunión celebrada el jueves en Düsseldorf trasladó a miembros del Consejo de Administración de la división de acero de ThyssenKrupp el interés en adquirir Galmed de "una gestora con un fondo de inversión", que es española y "conoce muy bien la Comunitat Valenciana".

En ese encuentro, que se prolongó "durante casi cinco horas", le aseguraron que "la primera opción es la venta" y que, además, "no está todavía decidido al cien por cien cerrarla si no se vendiese".

Es más, el titular de Economía aseguró que los representantes del grupo alemán se comprometieron a que si "finalmente se produjese la decisión de cerrar", intentarían "recolocar dentro del grupo a todo el personal si es posible o a una gran parte" de la plantilla, formada por 165 trabajadores. En España, emplea a 7.000 personas.

"Nos fuimos a Alemania pensando que estaba tomada la decisión de cierre y volvemos con la respuesta de que, en primer lugar, se va a ver la venta y, en segundo lugar, la decisión de cierre se está evaluando", valoró el conseller.

Por su parte, el vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, manifestó ese mismo día en la rueda de prensa posterior al pleno que la Generalitat hará "todo" lo que esté en sus manos, "hasta el último momento, para evitar la pérdida de puestos de trabajo".