El diputado de UPyD en el Congreso, Toni Cantó, ha considerado que la "teórica revolución" que iba a suponer la reforma de las administraciones públicas se queda "en agua de borrajas", y el parlamentario europeo de la formación magenta, Francisco Sosa Wagner, ha afirmado que él no empezaría por suprimir los tribunales de cuentas de las comunidades autónomas.

En concreto, Sosa Wagner ha afirmado que la supresión de estos tribunales no sería su prioridad "precisamente en estos momentos", porque no supone una duplicidad del Tribunal de Cuentas nacional y porque se trata de organismos "que tienen un papel relevante allí donde existen, no solo frente a los órganos de las comunidades, sino ante los órganos de las corporaciones locales".

Con la reforma de la Administración, Cantó cree el Gobierno "renuncia a adquirir las herramientas necesarias para obligar a las comunidades a que hagan algo concreto". A su juicio, el proyecto presentado se limita a "pedir por favor, si no es molestia, si las comunidades fueran tan amables de eliminar una cosita que se duplica".

UPyD dice ser muy critico a este respecto, porque el Estado "ha renunciado a tener la herramienta que le otorgue la posibilidad de hacer reformas, obligando a las comunidades y, en segundo lugar, garantizando la igualdad de los ciudadanos".

Así lo han hecho saber Cantó y Sosa Wagner en una rueda de prensa que han ofrecido acompañados por el portavoz de esta formación política en el Ayuntamiento de Murcia, Rubén Serna, con motivo de una visita a la Región en la que han participado en un encuentro con el colectivo de agricultores y con miembros de la Plataforma Pro Soterramiento del AVE.

Cantó tenía previsto cerrar la visita en Molina de Segura, donde tenía previsto celebrar un acto abierto al público, con asociaciones, y una visita a Lorca para comprobar el estado de la ciudad tras los terremotos de 2011.

Salida de la crisis

Al ser preguntados por si ven algún atisbo de salida de la crisis, Cantó ha dicho sentirse "cansado y cabreado" como ciudadano cuando escucha "una y otra vez llamadas al optimismo y a la recuperación que, luego, no se plasman por ningún lado".

Por eso, ha querido ser "cauto" y, aunque ha destacado que se alegraría "muchísimo" de que pronto pueda haber datos que confirmen esta salida de la crisis, cree que, "desgraciadamente, no es así". A su parecer, las medidas económicas tomadas por el Gobierno "no nos permiten ser demasiado optimistas".

"Nos encantaría poder fiarnos de estas previsiones, pero tenemos cierto pesimismo porque las hemos escuchado en demasiadas ocasiones desde el Gobierno de Zapatero hasta ahora, y nunca se han visto confirmadas", ha aseverado el diputado.

Por su parte, Sosa Wagner cree que estas predicciones que hacen los responsables económicos "hay que tomarlas con un poco de cautela", porque cada uno de ellos "dice una cosa y tampoco les importa nada contradecirse. Es decir, a los tres días dicen lo contrario y se quedan tan tranquilos".

Dicho esto, ha remarcado que la crisis económica "es una cosa" y la crisis política e institucional "es otra". A su parecer, la crisis política e institucional española "es mucho más grave que la crisis económica".

Por tanto, admite que "es posible" que España "salga de la crisis económica, a lo mejor, incluso, gracias a la acción del gobierno", pero cree que se saldrá "por las circunstancias económicas europeas y mundiales que nos ayuden, como ha ocurrido siempre".

Otra cosa, señala, es la crisis política e institucional, con la que "no nos va a ayudar nadie, porque es una cosa doméstica que tenemos que resolver nosotros, y ya veremos si se sale, porque no estamos en ese camino".

Ha puesto como ejemplo el caso "de la politización de la Justicia, del funcionamiento del Consejo General el Poder Constitucional (CGPJ), del Tribunal Constitucional, del Ministerio fiscal o de la reforma de la administración local, que llevamos tiempo escuchando que se va a presentar el proyecto de Ley al parlamento, pero no ocurre".

Reducción de número de diputados

Al ser preguntados por la reducción del número de diputados en los distintos parlamentos autonómicos, Cantó se ha mostrado a favor pero ha explicado que hay que defender que el ratio de representantes en función de los ciudadanos "sea equilibrado".

Sin embargo, se ha mostrado en contra de que esta reforma "no sea una maniobra del PP y del PSOE para blindar el bipartidismo". Como ejemplo de esta estrategia, ha citado la reforma de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en el parlamento manchego.

A su juicio, la reforma de Cospedal "fue populista y demagógica", en el sentido que dijo que quería reducir el gasto, pero lo que hizo fue "reducir el número de representantes políticos y hacer mucho más difícil a partidos políticos poder tener representación".

En el caso de la Región de Murcia, Serna recuerda que UPyD no tiene representación en la Asamblea Regional y, por ello, no puede impulsar ningún tipo de reforma legislativa ni formar parte de la Comisión que se ha creado a tal efecto.

De todas formas, UPyD en la Región de Murcia es "muy escéptico" respecto al compromiso que parece existir entre el PSOE, PP e IU-Verdes de hacer una reforma de la Ley electoral autonómica. Por ello, ha presentado a los grupos parlamentarios su propia propuesta.

En concreto, la propuesta de UPyD pasa por eliminar las cinco circunscripciones que hay en la Región de Murcia, bajar el umbral de acceso del cinco por ciento al tres por ciento, e iniciar "un posible estudio de listas desbloqueadas".

Considera que los 45 diputados que actualmente hay en la Asamblea Regional "es un número razonable, porque respeta la proporcionalidad de los habitantes de la Comunidad", pero sí que ha arremetido contra la existencia de cinco circunscripciones, "que vulnera el principio de la proporcionalidad".

Cantó recuerda que UPyD también presentó una propuesta en la Asamblea de Madrid para bajar el límite del 5 al 3 por ciento, y "nadie votó a favor, tampoco IU, a pesar de que luego se le llena la boca de que quiere cambiar la Ley electoral".

Sosa Wagner también se ha mostrado a favor de modificar el Senado, para lo que haría falta modificar la Constitución, pero recuerda que es "un asunto recurrente" pero "que no se va a hacer nunca".

"Si se hiciera un Senado que realmente respondiera a las exigencias del Estado de las autonomías sería magnífico, pero lo que ocurre es que las regiones donde hay partidos nacionalistas no quieren ni oír hablar de un Senado que trate por igual a todas las regiones y comunidades", lamenta.