La segunda sesión del juicio del hombre, de nacionalidad marroquí y con antecedentes penales, acusado de un presunto delito de homicidio, tras darle muerte presuntamente a M.M.R.G., en el Callejón de la Avenida Miramar, junto a la barriada de La Navidad, en junio de 2012, ante un jurado popular, ha concluido con la lectura de los informes finales de las partes.

En la misma, la Fiscalía y acusación particular mantienen su petición de pena de 12 años de prisión para el acusado, así como la indemnización de 40.000 euros a cada uno de los seis hermanos del fallecido, mientras que la defensa pide la absolución, que se aplique la legítima defensa, el miedo insuperable que sufrió y, en el caso de que fuera condenado, que tenga en cuenta el tribunal que su actuación fue bajo la influencia de las drogas, según ha podido confirmar Europa Press.

En esta sesión han declarado testigos presenciales de los hechos, policías nacionales, médicos forenses y peritos. Así, la forense, encargada de reconocer al acusado, ha asegurado que este había consumido cocaína y metadona no más de 48 horas antes de que tuvieran lugar los hechos, tras referirse a la analítica de orina que le realizó, y ha destacado que su estado era compatible con un síndrome de abstinencia opiáceo en fase inicial.

Respecto a las heridas, ha matizado que presentaba contusiones en varias partes del cuerpo, así como que varias de ellas "podrían haber sido causadas con un palo", tal y como declaró este lunes el acusado.

A su vez, también han declarado los forenses que practicaron la autopsia al fallecido y han detallado que de las siete heridas que presentaba, solo una fue mortal, producida con un objeto inciso penetrante, que tenía que ser afilado por las dos caras, a la altura del pecho y atravesándole el corazón.

Por su parte, los agentes de Policía Nacional que se trasladaron hacia el lugar tras recibir una llamada de alarma, han coincidido en que "en la calle solo había dos personas, que se encontraban auxiliando a la víctima". También han indicado que "no hallaron en el lugar ningún objeto punzante ni ningún arma, solo un palo".

El acusado declaró este lunes que actuó en defensa propia porque la víctima le golpeó "en la cara con un palo y una pistola", así como que se enteró de su muerte al día siguiente, tras ser detenido.

Durante la primera sesión del juicio, este manifestó que la pelea entre ambos duró "entre 45 minutos y una hora" y la causa fue fumar heroína, ya que tras intentar entrar en el cuartillo donde vivía este, que se encontraba fumando con otra persona, "comenzó la pelea porque no me dejaba tranquilo".

El acusado reconoció que huyó tras la pelea y vio cómo la víctima "se mantenía de pie y rodeado de mucha gente", así como que tenía "la ropa manchada de sangre". Al día siguiente volvió a su casa, donde fue detenido por la Policía. Está previsto que este miércoles el jurado delibere y dicte veredicto sobre los hechos.