El historiador británico David Irving, condenado a tres años de prisión por cuestionar el holocausto, fue puesto el miércoles en libertad condicional tras un dictamen del Tribunal Regional de Viena.

Dos tercios de la pena

El mencionado Tribunal convirtió hoy dos tercios de la pena impuesta Irving en libertad condicional, con lo que el historiador, de 68 años, salió de la cárcel tras cumplir 13 meses de prisión preventiva.

El juzgado argumentó su decisión alegando que han pasado cerca de dos décadas desde que Irving cuestionó públicamente el holocausto, concretamente en conferencias que dio en 1989 en varias ciudades de Austria, y que después de ese episodio ha tenido una "conducta irreprochable".

Además, la fiscalía indicó que el británico de 68 años, al que la acusación había caracterizado como "icono de la escena radical derechista", abandonará Austria en seguida.

Nueva orden de detención

El acusado acogió el fallo con aparente alivio, aunque después de la vista judicial se supo de la existencia de una nueva orden de detención contra él, esta vez por haber supuestamente reiterado sus teorías nacionalsocialistas ante un reportero de un diario austríaco cuando estaba en prisión, lo que podría retrasar su salida del país.

Un portavoz judicial anunció que hoy mismo se decidirá sobre si esa acusación prospera, lo que podría motivar nuevamente la detención del historiador.

David Irving estuvo en prisión en Austria desde que en noviembre de 2005 llegó a este país para dar unas conferencias por invitación de asociaciones estudiantiles de la extrema derecha.