Los médicos forenses sospechan que el celador de Olot (Girona), Joan Vila, acusado de matar a 11 ancianos en el geriátrico La Caritat dio productos cáusticos o lejía a más víctimas de las que reconoció haber matado con este método.

Según los resultados presentados por los forenses ante el jurado popular este miércoles por la tarde, a parte de las tres últimas víctimas —sobre las cuales Vila ya reconoció haber usado lejía o desincrustante—, hay cuatro cuerpos más que presentan manchas negras en la zona de la boca y el esófago compatibles con el uso de productos cáusticos, según revelaron las autopsias.

"Lo que lo hace sospechoso es que todos tiene estas placas negras en la boca o el esófago, en el tramo digestivo. Éste es el indicio de que algo raro ha pasado", ha expuesto en su declaración el forense Narcís Bardalet.