El Gobierno de Siria anunció este miércoles que ha recuperado el control total de la ciudad de Al Quseir, en el oeste del país y cerca de la frontera con el Líbano, tras más de dos semanas de ofensiva contra los rebeldes.

La televisión oficial siria explicó que las fuerzas armadas lanzaron varias operaciones "cualitativas" en el centro de la localidad, que causaron la muerte y el arresto de varios "terroristas", y que devolvió la seguridad a Al Quseir. Una fuente de los servicios de seguridad dijo que el Ejército lanzó anoche una operación "rápida, decisiva y precisa" en la que se hizo con el control de la población.

Según esa fuente, los soldados del régimen dejaron espacio a los "terroristas" para que abandonaran la ciudad y pudieran huir hacia las localidades cercanas de Buida y Dabaa, cuyo aeropuerto controla el Ejército, para que no hubiera más derramamiento de sangre de civiles.

La agencia de noticias oficial Sana agregó que los efectivos gubernamentales se incautaron de armas y destruyeron las guaridas de los grupos armados, además de desactivar decenas de artefactos explosivos que los supuestos terroristas colocaron en casas y en carreteras para evitar el avance de las fuerzas armadas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que fueron milicianos del grupo chií Hizbulá, aliado del régimen de Damasco, quienes tomaron Al Quseir tras una serie de bombardeos que duraron toda la noche por parte del ejército. La organización, con sede en Londres, apuntó que los rebeldes se retiraron a otras zonas por falta de municiones y soldados.

El Observatorio expresó su temor por la situación de unos 1.200 heridos que están dentro de la ciudad y que necesitan atención médica.

El régimen, apoyado por combatientes de Hizbulá, inició el pasado 19 de mayo la ofensiva contra los insurgentes para recuperar el control de Al Quseir. Esta ciudad, de unos 25.000 habitantes, es un enclave estratégico para los rebeldes debido a su ubicación en la ruta que conecta el norte del Líbano, de mayoría suní, con la provincia central siria de Homs, lo que permite el abastecimiento de armas.

También es fundamental para el régimen, ya que esa carretera comunica Damasco con sus feudos de la costa mediterránea, de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.

Los rebeldes sirios aseguraron por su parte que intentan resistir el avance del Ejército en el sur de Al Quseir para evacuar a los heridos. Un portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), que pidió el anonimato, reconoció que "Al Quseir ha comenzado a caer en manos de las fuerzas del régimen", aunque los insurgentes tratan de resistir en el sur en un intento de sacar a los heridos fuera de la ciudad.

Según esta fuente, hay un gran número de heridos en Al Quseir, de donde algunas brigadas del ELS se han retirado ante el recrudecimiento de las operaciones del régimen, que han causado muchas bajas entre los insurgentes. El portavoz afirmó que las tropas del presidente Bachar Al Asad avanzan junto a los milicianos del grupo chií libanés Hizbulá desde el sur al interior de la localidad.

Por otra parte, la conferencia internacional sobre Siria ha sido aplazada de junio a julio, según confirmó el mediador de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi.

Delegaciones de alto nivel de Estados Unidos, Rusia y Naciones Unidas se reunieron en Ginebra en un encuentro preparatorio para dicha conferencia. Ante las divergencias que persisten en cuestiones esenciales, las tres partes acordaron que será necesaria una segunda reunión preparatoria, que tendrá lugar también en la ciudad suiza el próximo día 25 de junio