Cort renueva 280 metros de la red de agua potable en Playa de Palma mediante la instalación de la tubería sin zanja

Andreu Garau ha visitado la operación por la que el tubo es introducido bajo tierra mediante un cable de tracción subterránea
Garau viendo una tubería
Garau viendo una tubería
EUROPA PRESS
Garau viendo una tubería

El teniente de alcalde de Medio Ambiente, Infraestructuras y Coordinación Territorial y presidente de Emaya, Andreu Garau, ha visitado este viernes los trabajos de renovación de 280 metros de la red de agua potable en la calle Fra Joan Llabrés, en Playa de Palma.

Para esta obra, Emaya, a través de la empresa contratista Man, está probando el sistema de instalación sin zanja por la tracción subterránea de cable de acero, que ofrece múltiples ventajas para los ciudadanos, peatones, y un ahorro en tiempo y materiales.

En un comunicado, el Ayuntamiento señala que esta modalidad tiene, como ventaja principal, que para instalar 280 metros de tubería no es necesario abrir una zanja de esa misma longitud, como es habitual. Para esta operación, ha sido suficiente realizar siete catas en la acera de entre 1 y 1,5 metros en por las que se ha introducido por estiramiento el tubo de polietileno de alta densidad.

Previamente, por el interior del trazado ya existente ocupado por la conducción a reemplazar, se ha introducido un cable de acero que se ajusta al cabezal rompedor. Este, a su vez, se encaja en uno de los extremos de la tubería.

A partir de este momento, la tracción la genera un sistema de bomba hidráulica procediéndose a la instalación soterrada de la tubería, de 110 milímetros de grosor, consiguiendo un promedio de 45 metros por hora. Este sistema no provoca vibraciones en la superficie.

Ventajas del nuevo sistema utilizado

El sistema utilizado para la actuación en este punto sensible de Playa de Palma, en el que eran frecuentes las averías debido a la obsolescencia de este tramo de la red, presenta también como grandes ventajas la reducción de molestias para la ciudadanía, el ahorro de tiempo de ejecución de la obra así como de consumo de materiales ya que, al no tener que abrirse una zanja para todo el trazado, evita tener que reponer los mismos metros de acera levantada, que en este caso ha sido únicamente el 7% del total del trazado.

Con ello, también, se minimizan considerablemente las molestias al tránsito de los peatones.

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