Los presidentes de la Junta de Extremadura, La Rioja y Cantabria, José Antonio Monago, Pedro Sanz e Ignacio Diego, han evitado este viernes entrar en "polémicas estériles" con el la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, por el reparto del déficit, y han asegurado que, a pesar de ser todos del PP, ven "normales" las "discrepancias" entre comunidades aunque dentro de la "lealtad a un proyecto común que se llama España", por lo que han abogado por encontrar una solución "de consenso".

Así lo han asegurado este viernes en Cantabria estos tres presidentes autonómicos, defensores del déficit simétrico, al ser cuestionados por las palabras del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra —que apoya uno asimétrico en función de la financiación - en las que aseguró que él "comprendía" la postura de comunidades autónomas, como Cantabria o Extremadura y también pidió que éstas le comprendieran a él.

Además, aseguró que, si Cantabria y Extremadura tuvieran la misma financiación per cápita que la Generalitat, habrían acabado con un déficit de 4,9% y 4,3%, respectivamente, superior al de la Generalita, y también defenderían un reparto asimétrico.

Tras firmar en la fábrica que Altadis tiene en Entrambasagüas (Cantabria) una reunión para consensuar su postura ante la revisión de la directiva europea del tabaco, y a preguntas de la prensa, Monago ha asegurado que "no será él el que corrija" a Fabra ni a otro presidente, ya que cada uno puede hacer las declaraciones que "estime oportuno" y "dice lo que dice" conforme a los intereses de la comunidad que representa.

Sin embargo, ha opinado que estas discrepancias deben estar siempre dentro de la "lealtad" al "proyecto común" de España, una lealtad que él ha asegurado tener y que "se presupone" que la "mayoría" de los presidentes la tiene, aunque ha apuntado que "no sabe si todos".

Tras recordar que ya ha defendido su postura frente a la distribución del déficit "por activa, por pasiva y por transitiva", Monago ha explicado que entiende la diversidad de opiniones a pesar de ser todos del PP y ha recalcado que "forman parte de un partido, no de una secta".

En este mismo sentido, se ha pronunciado el presidente de La Rioja, el también 'popular' Pedro Sanz, quien ha justificado esta disparidad de opiniones en el hecho de que, desde el partido, "no les dirige nadie" a la hora de realizar valoraciones.

Se ha mostrado de acuerdo con la postura del presidente de España, Mariano Rajoy, de "buscar acuerdos entre todos", algo que "cree" que se logrará y ha confiado en llegar a una "solución de consenso" y "satisfactoria" para el conjunto de comunidades autónomas.

Además, Sanz ha advertido que "no va a hacer una carrera para conseguir más déficit" porque el déficit "le gusta poco" y ha opinado que los ciudadanos, cada vez que les hablan de incrementarlo, lo asocian con una "mala gestión".

En ese sentido, ha asegurado que prefiere el superávit al déficit o, al menos, el "equilibrio" en las cuentas y ha asegurado que trabajará no para conseguir más déficit sino en una administración "viable".

Por su parte, el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha suscrito las declaraciones de Monago y Sanz y ha asegurado que no tenía "nada que añadir" pues ya ha expuesto con anterioridad su postura respecto al déficit. Así, ha señalado que los representantes de Extremadura y La Rioja han dicho "lo que era oportuno decir" y "comparte en buena medida" sus declaraciones.