El descuartizador de Sant Pere Pescador "se asesoró o no era la primera vez", según los forenses

Le detectan rasgos de personalidad psicopática y afirman que no pudo hacerlo borracho
El descuartizador de Sant Pere Pescador dice que se defendió
El descuartizador de Sant Pere Pescador dice que se defendió
EUROPA PRESS
El descuartizador de Sant Pere Pescador dice que se defendió

Los médicos forenses que practicaron la autopsia a la víctima de Sant Pere Pescador, que murió y fue descuartizada a manos de su expareja en septiembre de 2010, creen que el acusado "o se asesoró, con un libro o a través de internet, o no era la primera vez que descuartizaba un cuerpo, ya que utilizó una técnica relativamente correcta".

Es lo que ha concluido el doctor Narcís Bardalet en su declaración este lunes ante el jurado popular, y es que, según los forenses, el procesado Daniel Pierre I. "utilizó técnicas propias de la autopsia y de la medicina forense".

Los médicos forenses que han asistido al juicio coinciden en que, sin conocimientos de medicina, no se puede descuartizar un cuerpo como lo hizo el acusado, ya que no dejó muescas al separar las articulaciones, y la incisión del tórax era idéntica a la de las autopsias; además, no pudo hacerlo borracho.

Sobre la autopsia, los médicos han explicado que la víctima tenía múltiples heridas de golpes, cortes y puñaladas; sin embargo, las cuatro heridas mortales se encontraron en el tórax, en el hombro derecho, ya que un arma blanca perforó la pleura y el pulmón, lo que le provocó un shock hipovolémico por neumotórax.

La víctima sufrió mucho

Estas heridas provocaron que fuera desangrándose, además de un colapso en el pulmón derecho que le dificultó la respiración: "Antes de morir sufrió, ya que estas heridas no causan muerte de forma inmediata. Sufrió y sintió mucho dolor", ha apuntado una doctora.

Además, los médicos han asegurado que pasaron al menos tres horas entre la primera herida y la última que se hicieron en vida de la víctima.

Este lunes también ha sido el turno de los psiquiatras: el doctor Bardalet fue el primero en ver al acusado el día del levantamiento del cadáver, y ha explicado que la reacción de Daniel Pierre I. fue sorpresa, como "chocado" por lo que estaba viendo.

Aun así, después de varias visitas Bardalet concluyó que no tenía ningún trastorno mental, pero le definió en su informe final como persona con "frialdad afectiva, encanto superficial, egocentrismo, elevada autoestima, indiferencia ante su situación actual con ausencia de remordimientos, y ausencia de sentimiento de culpa y responsabilidad".

Son rasgos de una personalidad psicopática, es decir, que no existen "todos los ítems para ponerle esta etiqueta, pero tiene muchos parámetros para hacerlo parecer a alguien que sufre un trastorno de la personalidad versus psicópata", ha matizado Bardalet.

Los médicos también han apuntado que las lagunas de memoria que dice tener el acusado "no son justificables con la ingesta de alcohol o de ansiolíticos".

Los psiquiatras que vieron meses después de los hechos al procesado han apuntado que le dijo que se sentía arrepentido por lo sucedido, pero que siempre añadía que si lo había hecho era para defenderse ante el previo ataque de la víctima.

También se ha evaluado el estado del jardinero a quien el acusado mostró el cuerpo: Bardalet afirma que el hombre "sintió miedo inminente de muerte, por lo que se llevó una cristalera por delante intentado huir, lo que indica que vivió la situación con gran pánico, el suficiente para poner en riesgo su vida atravesando un cristal".

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