La nueva comisaría del CNP de Lorca podría entrar en funcionamiento a finales de 2015

Comisario recuerda que la delincuencia en mayo de 2011 descendió un 80% con respecto de los últimos 20 años
Comisaría del CNP de Lorca
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POLICÍA NACIONAL DE LORCA
Comisaría del CNP de Lorca

La nueva comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Lorca, afectada por los terremotos del pasado 11 de mayo de 2011, podría estar concluida a finales de 2015, estando previsto que en otoño se pueda poner la primera piedra de esta obra, que cuenta con un plazo de ejecución de 18 meses.

Así lo ha avanzado a Europa Press el comisario del CNP, jefe de la Comisaría de Lorca, Francisco de Paula García, quien ha puesto de manifiesto las necesidades actuales que existen en dicha comisaría, que fue construida en 1956 y dañada como consecuencia de los terremotos, que cumplen su segundo aniversario este año.

De esta forma, su diseño ha sido concebido para ofrecer el mejor servicio posible al ciudadano y adaptarlo a la realidad laboral del siglo XXI precisamente porque cuando se construyó, recuerda el comisario, "se hizo a las necesidades de aquella época pero actualmente se ha quedado encerrada en el centro".

"Teniendo en cuenta que ha aumentado el parque móvil del Cuerpo y la plantilla, pues tenemos enormes dificultades de movilidad, a lo que se une su mala ubicación", ha comentado en una entrevista realizada a Europa Press.

Debido a los daños que sufrió este inmueble como consecuencia de los seísmos y precisamente por la antigüedad del mismo, se anunció la construcción de una nueva comisaría en una parcela, cedida en pleno dominio por el Ayuntamiento de Lorca, situada en el Camino del Gato, una zona de expansión de la ciudad y con una superficie de 1670 m2. En ella se levantará un edificio con una superficie construida de 2.170 m2 sobre rasante y 1.750 m2 bajo rasante.

Hay que recordar que esta comisaría fue objeto de remodelación a raíz de los seísmos, debido a las grietas que aparecieron en las paredes, aunque no hubo en ningún momento peligro inminente, según certificó un arquitecto de la Dirección General de la Policía al día siguiente de ocurrir los terremotos y, más tarde, una empresa, que determinó que no había riesgo de derrumbe.

De Paula ha recordado la situación "precaria" en la que se trabajó hasta la remodelación temporal, a principios de 2012, que se realizó. "Se pintó y se taparon las rajas, volviendo a ser su imagen similar a la de antes, pero se había quedado pequeña por las necesidades actuales".

Al hilo, ha manifestado que cuando se construyó "se pensó para 60 funcionarios y en la actualidad son más de 170 los funcionarios del Cuerpo y los Cuerpos generales".

"atemorizados y angustiados"

Con motivo del II aniversario de los terremotos, De Paula ha recordado las primeras dos horas, "horrorosas y de angustia, porque por muy policías que seamos somos seres humanos y nos asustó". "Nos sentimos atemorizados, oímos a la gente gritar y eso sobrecoge", ha rememorado el comisario, quien ha destacado que en aquel momento "en teléfono echaba humo de gente pidiendo auxilio".

Sin embargo, ha resaltado el gesto solidario de los compañeros, que entre el primer y segundo terremoto, en este intervalo de tiempo, "se presentaron de forma voluntaria en la Comisaría y así pudimos cubrir todos los barrios, lo que nos facilitó mucho el trabajo".

No obstante, define todo ese trabajo de las primeras horas de la catástrofe como "agobiante", ya que llegaron unidades de diferentes puntos del país, llegando a ser casi 600 funcionarios los que trabajaron en Lorca ese día.

Las primeras dos horas recuerda que fueron "angustiosas", ya que estaban solos y tenían que dar respuesta a las necesidades; después surgió el "agobio" para hacer todo el despliegue operativo y de logística para, más tarde, buscar una alternativa al campamento improvisado que se había instalado en Huerto de la Rueda, que fue el de La Torrecilla. En ese momento, también se tuvo que realizar un censo "para evitar la picaresca" del momento.

Otro de los momentos que recuerda de gran trabajo fue el dispositivo que supuso la organización del funeral de Estado pro las víctimas de los seísmos, puesto que había calles cortadas a las que no se podía acceder por peligro de derrumbe.

Los funcionarios "se prestaron a trabajar en turnos de 12 horas para tener presencia en todos los barrios y así evitar el vandalismo y el saqueo de pisos" que, incluso, se encontraban con la pared que da a la calle totalmente derrumbada.

Al hilo, ha destacado que en el mes de mayo de 2011 la delincuencia con respecto al promedio de los meses de mayo de los últimos 20 años "bajó aproximadamente un 80 por ciento en virtud del despliegue realizado".

Hasta el 11 de junio se mantuvo este dispositivo en virtud del cual se logró un descenso de la delincuencia. A partir del día siguiente los servicios entraron en su normal funcionamiento, aunque se vio la necesidad de elaborar un plazo de las zonas más afectadas de mayor riesgo, como el barrio de La Viña, en el sentido de que pudieran producirse hechos delictivos.

"se ha ido remontando"

Desde una perspectiva profesional, a juicio del comisario Lorca, pasados estos dos años del terremoto, "está bien y en 2012 ya se volvió a los índices de delincuencia normales, teniendo en cuenta que está muy por debajo de los índices de cualquier ciudad con el mismo número de habitantes".

Reconoce que al primer año de cumplirse la catástrofe "se notó un bajón enorme, había gente que se marchaba, y también se notó en el ánimo en general". Y es que, lamenta, "los comercios tuvieron que dejar su actividad cuando Lorca era una ciudad de servicios y se observó esa tristeza general".

Dos años después "se ha ido remontando, recuperando la vida poco a poco, pero a nadie se le olvidará aquel día, pero el tiempo te adapta a la necesidad". "Tengo la esperanza de que vuelva a ser como antes", ha concluido.

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