Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a un ovetense de 42 años de edad, que supuestamente se apropió de joyas de su ex pareja sentimental para conseguir dinero con el que saldar deudas pendientes, aprovechando que iba a la vivienda de esta para visitar a su hija, según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa.

De acuerdo al relato policial, el hombre estaba separado desde hacía meses de su compañera, aunque accedía a la vivienda de esta en Gijón, para visitar a su hija, momento que aprovechaba para moverse libremente por la casa y llevarse las joyas de su ex pareja.

Tras abrirse la investigación, los agentes descubrieron que esta persona había vendido las joyas, por las que obtuvo 800 euros. El hombre, con detenciones anteriores por estafa, reconoció que había gastado el dinero en pagar deudas.

Daña el coche del ex cuñado en represalia

Por otro lado, la Policía ha detenido a un hombre de 42 años que fue sorprendido 'in fraganti' cuando estaba rayando un vehículo con un destornillador en la calle Magnus Blisktad, que resultó ser de su ex cuñado.

El coche presentaba además rotos los espejos retrovisores, los limpiaparabrisas y la antena de radio. El detenido reconoció los hechos y manifestó que lo hacía por un tema personal, ya que el propietario del coche era el novio de su hermana con el que había tenido conflictos y problemas anteriores.

De hecho, se comprobó que el ahora detenido había sido denunciado por su ex cuñado, y los daños al coche eran una represalia. El hombre contaba con quince detenciones anteriores por lesiones, resistencia y desobediencia y delitos contra el patrimonio.

Estafa a inmigrantes

También se ha arrestado a dos hombres, uno de origen español y otro senegalés, acusados de engañar a compatriotas de éste último y solicitarles 700 euros a cambio de regularizar su situación en España. A los arrestados se les imputa un delito de estafa, mientras que se han identificado tres víctimas, aunque se investiga si pueda haber más.

Las víctimas eran captadas por un senegalés que hacía de intermediario para un empresario español, y que les prometía que si les entregaba esta cantidad de dinero cursarían ante la Oficina de Extranjeros de la Delegación de Gobierno las ofertas de trabajo correspondientes para poder regularizar su situación en España. Una vez entregadas estas cantidades, dejaban de estar localizables y los extranjeros no podían contactar con ellos.

Fruto de la investigación, se constató que este empresario de la construcción gestionaba una empresa de reformas en Gijón que tenía deudas en la Seguridad Social y no tenía volumen de trabajo. Una vez era cobrada la cantidad acordada, se desentendían de los estafados, dándoles largas para no devolver el dinero en ninguno de los casos.