Jameos del Agua, la naturaleza volcánica de Lanzarote mejorada

  • Se trata de una intervención creada por el artista lanzaroteño César Manrique.
  • Hace 5.000 años era un volcán que estalló; parte del río de lava son los jameos.
  • En el Jameo de la Cazuela está el Auditorio, reconocido por su especial acústica.
Los jameos forman parte de un gigantesco tubo volcánico que se adentra en el mar.
Los jameos forman parte de un gigantesco tubo volcánico que se adentra en el mar.
FLICKR/Mon Labiaga Ferrer
Los jameos forman parte de un gigantesco tubo volcánico que se adentra en el mar.

Arte y naturaleza unidos. A veces, pocas, el hombre puede mejorar la naturaleza. Es el caso de los Jameos del Agua, en el norte de la isla de Lanzarote. Se trata de una intervención creada por el artista lanzaroteño César Manrique a partir de una serie de jameos naturales, que pretende mostrar al visitante un espacio para la contemplación de la naturaleza apenas intervenida por el hombre.

Un jameo es la parte de un tubo volcánico cuyo techo se ha derrumbado. De esta forma, se abre un gran orificio sobre el terreno. Los Jameos del Agua, cuyo origen está en el cercano Monte Corona, forman parte de un gigantesco tubo volcánico que se adentra en el Atlántico.

Hace 5.000 años era un volcán que estalló y el río de lava que originó se precipitó hacia el mar. Un tramo de sus casi siete kilómetros es la Cueva de los Verdes, otro son los Jameos y un tercero, el Túnel de la Atlántida, que penetra más de un kilómetro en el mar.

La visita debe comenzar por los Jameos del Agua. El primero es el Jameo Chico, unido al Jameo Grande por un estrecho pasillo. César Manrique usó elementos como el mobiliario, las piscinas y las plantas para transformar el entorno. El color verde de la vegetación contrasta con el negro de la roca volcánica. Donde se espera oscuridad, sorprende el estallido de luz.

Hay un lago interior, provocado por la filtración del agua del mar. En sus aguas viven los jameítos, unos extraños cangrejos albinos y ciegos que se cree que fueron aislados del mar después de la erupción del Monte Corona.

Al fondo del Jameo de la Cazuela se encuentra el Auditorio, reconocido por su especial acústica. Después se sube hacia la Casa de los Volcanes, un centro de información sobre el intenso pasado geológico de la zona.

La estancia se debe completar con la visita a la Cueva de los Verdes. La intervención ha sido mínima, apenas en las bocas de entrada y en el sendero. En un espacio de quietud, también hay tiempo para dejarse engañar por algún truco de ilusión óptica, por los juegos del agua y la luz.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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