Fue el pasado viernes. Doña Letizia realizaba su primera salida oficial tras conocerse el sexo del bebé que espera, una niña.
Al parecer, y según informa el diario "El Mundo", la princesa hubo de abandonar rápidamente El rastrillo, en el madrileño Pabellón de la Pipa de la Casa de Campo tras reponerse con un caldito reparador que le ofrecieron unas señoras de un stand. No es la primera vez que la Princesa acusa estos síntomas.
Ya en su anterior embarazo sufrió algunos mareos que le impidieron realizar una vida normal y asistir a determinados actos oficiales.
También un mareo durante un viaje oficial a Baleares precipitó, aparentemente, el anuncio del segundo embarazo de la Princesa cuando se encontraba en su octava semana de gestación, un hecho inusual tratandose de la familia real.
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