Kate Morton: "Cuando una mujer afirma ser una 'superwoman' y una supermadre, sé que miente"

  • La escritora australiana visita España para promocionar su cuarta y ya exitosa novela: El cumpleaños secreto.
  • Habla sobre la situación actual del mundo: "No entiendo cómo se ha consentido llegar hasta aquí. Dar hipotecas a gente que sabían que no podría pagarlas..."
La escritora australiana Kate Morton
La escritora australiana Kate Morton
Jorge Paris
La escritora australiana Kate Morton

Con su apariencia, cuerpo y cara de modelo o hermosa actriz de Hollywood sin demasiadas ganas de resaltar pero sin renunciar a lo obvio, vuelve la australiana Kate Morton a nuestro país a presentar novela. Su cuarto éxito: El cumpleaños secreto (Suma), un nuevo drama familiar pero también el reflejo de una sociedad en crisis. Decadencia, aunque a ella le vaya exactamente a la inversa. Triunfo absoluto con menos de cuarenta, tiene 36 años y desde su primer libro publicado, La casa de Riverton, goza de tan buen puesto que ha logrado llegar a los ocho millones de ejemplares vendidos. Es evidente que la literatura se impone, pero su cara y esa manera de no esconderse tras la esperada pose bohemia despistan el inicio.

Le parecerá una frivolidad empezar por aquí, pero rompe usted los esquemas de escritora bohemia. Parece más una modelo, ¿le ha dado problemas esa mezcla de belleza e intelectualidad?

No, en absoluto. O eso creo... Tal vez es que no me he dado cuenta, porque yo no me veo así, no tengo esa percepción de mí.

Pues no creo que sea la primera en decírselo...

Bueno (sonríe con timidez, y parece honesta), es que de verdad que yo no me veo como me describes.

Antes de que me diga que hemos venido a hablar de su libro... Usted dijo una vez: "Ojalá tuviera la receta del éxito", ¿qué le parece la de Twain: un enigma, un romance y una muerte?

Estoy totalmente de acuerdo con la de Twain. Sólo que no para lograr el éxito, sino para escribir un buen libro. De hecho ésa es la receta de mis libros.

¿Tiene usted receta?

Bueno, no, en realidad no la hay. Para mí cada principio es muy difícil, lo más difícil, cosa que no me pasaría si tuviera receta. Es al final, cuando termino el libro, cuando sé cuál es la receta.

Parece reunir todo lo exigido por el terrible mito de 'superwoman': guapa, exitosa, madre de dos niños, hermosa esposa, agradable conversadora, impecable en su apariencia...

Para mí es un mito, no existe la 'superwoman'. Cada vez que leo un artículo de alguna mujer que afirma ser una supermadre, una supertrabajadora y una supermujer, sé que miente. Es falso. No existe, es un mito.

¿Por qué se mantiene tan al margen de todo círculo literario?

Porque la vida está llena de muchas otras cosas, como mi escritura y mi familia. Para mí es suficiente la relación solitaria que tengo con el manuscrito. Aunque sí me gusta la relación con los lectores.

¿Es de esquema, brújula, improvisación?

Un poco de todo. Tomo muchas notas durante meses hasta que tengo en mi cabeza un esquema general. Y aun así, el comienzo es muy difícil.  Escribir es un constante resolver problemas.

Como la propia vida...

Exacto, como la vida misma.

Y hablando de la vida, ¿escribiría una novela sobre la crisis?

Podría, pero sólo reflejando algún aspecto no centrando la novela en ello. La crisis no podría ocuparlo todo.  Además, ya hay más autores haciendo realismo social.

¿Literatura como evasión, como crítica o como una mezcla inevitable de ambas?

Creo que las novelas pueden ser críticas todas, sólo que unas de manera más explícita que otras. No es mi estilo hacerlo tan explícito. Lo que no quiere decir que no pueda criticar la situación actual.

Es cuestión de sutileza...

Sí, yo creo que mi crítica es más sutil, está envuelta en una historia. Hay muchas novelas que hicieron crítica social de ese modo. No hay más que leer a Jane Austen para verlo. Su objetivo no era ése y sin embargo reflejó lo que pasaba. Es imposible no plasmar lo que sucede.

Y si le pido que sea menos sutil, ¿cuál es su crítica fundamental?

Como empiece no sé cuándo voy a terminar... Pero la principal: la avaricia, porque es la raíz de tantos de los problemas que vivimos.

¿Un comienzo de solución? Es usted escritora, por imaginar que no quede, ¿no?

Una posible solución a la avaricia es una mayor regulación. En Australia esto se ha vivido de otro modo porque los bancos tienen mucha regulación. Y eso ha hecho que la crisis se viva de otra manera. Creo que con más regulación se acabaría con la situación provocada entre los que se han forrado y los que se han quedado sin nada.

Desahucios, escraches, protestas... ¿Alguna opinión?

Que quienes dieron hipotecas a quienes hoy se están quedando en la calle sabían que esa gente no podría pagar lo que les estaban dando. No entiendo cómo puede haber habido personas que permitieran que esto sucediera. Vuelvo a lo mismo: ¿cómo das una hipoteca a alguien que sabes que no podrá pagarla?

¿Y una solución más utópica, menos práctica?

Pues una mejora de la moral. Tal vez esta crisis enseñe algo de esto, pero no creo que quienes lo aprendan sean los que más necesitan aprender moral.

Hablando de realidades, en su país el matrimonio homosexual sigue sin estar permitido, y sin embargo el año pasado uno de sus ministros vino a España a casarse, ¿cómo se explica eso?

Estamos esperando a que algún político lo saque adelante, porque es algo tan aceptado que una de nuestras ministras está casada con otra mujer y tienen una hija adoptada.

Acaba de estar en Barcelona firmando ejemplares, ¿qué conoce de nuestra literatura?

Mucho menos de lo que debería. Tengo una lista de libros que quiero leer pero que aún no he leído. Uno que te puedo decir y que me gustó mucho es La sombra del viento, de Ruiz Zafón.

¿De verdad no le ha cambiado el éxito?

Tengo dos niños pequeños y eso me mantiene muy con los pies en la tierra. El cambio más positivo que me ha dado el éxito es que ahora sé que tengo lectores. Y eso es lo más importante: saber que te van a leer.

¿Alguna vez ha habido algo que no haya escrito por temor a lo que pensarán sus hijos cuando la lean?

No, por ellos no, pero mi abuela, que sí me lee, a veces sí hace que me piense un poco algunas cosas.

Triunfó cuando escribió lo que le gustaba leer, ¿qué escribía antes?

Pues no sé... Hubo dos manuscritos que nadie me compró y entonces, hay que sumar que tuve a mi primer hijo, supe que nadie iba a publicarme y que por eso iba a escribir lo que me diera la gana, lo que de verdad me gustaba. Hice hasta una lista. Y fue ése el libro que sí me publicaron.

Escribe de sus miedos y de sus ambiciones, algo inevitable, pero ¿puede confesar su mayor miedo y su máxima ambición fuera de una novela?

Sí. Mi mayor miedo es que le suceda algo malo a alguien que quiero. Mi ambición máxima: que la narrativa de lo que escribo sea la que tiene que ser. Y por supuesto que mi familia esté bien, mis hijos..., y tener buena música para escuchar.

BIBLIOGRAFÍA:

  • 'La casa de Riverton'

La primera novela que publicó la australiana fue todo un acierto. Tras el rechazo de dos manuscritos, llegó el triunfo con su retrato de la aristocracia inglesa. Suma, 21 euros.

  • 'El jardín olvidado'

No defraudó Morton con esta segunda obra y mantuvo las expectativas. El punto de partida de la historia: una niña descubre que no es hija de quien creía. Suma, 21 euros.

  • 'Las horas distantes'

Misterio y amor en el habitual drama familiar que tantos adictos ha dado a la autora en su tercera y una vez más, aclamada, novela. Suma, 21 euros.

  • ‘El cumpleaños secreto’

Cuarta novela de la ya más que confirmada ‘bestsellera’ de calidad. En esta ocasión sus letras muestran la decadencia de clases. Suma, 21 euros.

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