Un exdirigente de FETE-UGT, condenado a cárcel por injuriar en emails al secretario general y falsificar documentos

El juzgado de lo Penal número 10 de Valencia ha condenado a Emilio C.I., un ex dirigente de FETE-UGT PV, a un año y medio de cárcel y a pagar 2.700 euros de multa al secretario general de esta federación, Guillermo Martí, por injuriarle durante cuatro años con emails que remitió de forma anónima hasta que fue descubierto, y en los que incluyó documentos que falsificó y en los que le desacreditaba ante otros compañeros. Además, deberá indemnizarle con 6.000 euros en concepto de daños morales.

El juzgado de lo Penal número 10 de Valencia ha condenado a Emilio C.I., un ex dirigente de FETE-

Ugt pv, a un año y medio de cárcel y a pagar 2.700 euros de multa al secretario general de esta federación, Guillermo Martí, por injuriarle durante cuatro años con emails que remitió de forma anónima hasta que fue descubierto, y en los que incluyó documentos que falsificó y en los que le desacreditaba ante otros compañeros. Además, deberá indemnizarle con 6.000 euros en concepto de daños morales.

El juez ha considerado probado que el acusado fue afiliado de FETE-

Ugt pv, de cuya ejecutiva formó parte en 2006 con el cargo de secretario de Acción Sindical. Ese año, la ejecutiva denunció ante el Comité de Garantías Federal a Guillermo Martí, con quien Emilio mantenía discrepancias internas a raíz de su oposición a la fusión de FETE con la Federación de Servicios Públicos.

La denuncia se archivó aunque la situación generó la dimisión de la ejecutiva de FETE-

Ugt pv y en nuevas elecciones en las que resultó elegido Martí, que privó de su condición de liberado sindical al ahora condenado.

A partir de ese momento, el acusado, para "desacreditar" la imagen de Guillermo Martí, y a través de una cuenta de correo, envió entre 2006 y febrero de 2010 correos electrónicos de contenido difamatorio a afiliados, órganos internos, colegios, sindicatos, partidos políticos, periodistas, secciones de cartas al director o responsables políticos de la Conselleria de Educación, con tono "ofensivo".

En los envíos se le atribuía haber "enchufado" a familiares; se cuestionaba su aptitud, el acceso a su actividad docente y un interés económico en el ejercicio de su cargo. En total, la Federación tuvo constancia de 173 anónimos de un total de 20 direcciones, aunque la única cuyo titular se pudo determinar es la perteneciente al acusado, origen de la mayor parte de envíos —82—.

"enfermiza voluntad"

Para el juez, los hechos probados son constitutivos de un delito continuado de injurias por el que impone la multa y de falsedad en documento privado, y destaca la existencia de un "evidente ánimo" de desacreditar al secretario general de FETE-

Upt pv, con mensajes de tono jocoso, sorna, burla o descalificaciones personales tanto a él como a familiares directos. A su juicio, se enmarcan en una "enfermiza voluntad" de desprestigiarlo por las refriegas internas que mantenían.

En esta línea, considera además que dos de los documentos fueron manipulados, incorporando la firma de Martí, y que con formato de circular fueron dirigidos a otros secretarios generales comarcales y con críticas a dirigentes de la FSP. El juez rechaza la defensa de acusado de que se limitaba a reenviarlos y subraya el hecho de que los envíos cesaron cuando fue identificado el titular de la cuenta y al poco tiempo de ser citado a declarar.

FETE-UGT ha destacado en un comunicado que esta denuncia es la segunda que se resuelve de las cuatro presentadas en su momento ante instancias como la comisión de garantías del sindicato, la agencia estatal de protección de datos, la jurisdicción penal y la administración educativa contra Emilio C., que estuvo en la dirección política de la federación durante siete meses con el anterior secretario general de la Federación, Esteban Montesinos.

Guillermo Martí ha expresado su "satisfacción" por la sentencia y ha destacado que "se ha hecho justicia", "se ha identificado claramente a un culpable de estos delitos y a unos inocentes o victimas de estas ofensas, que son las personas difamadas y calumniadas".

Además, para Guillermo Martí, "se limpia el honor, la imagen y la ética del sindicato y de las personas que trabajamos en el mismo, en un momento delicado, en el que se reproducen los ataques y ofensas, siempre sin fundamento, al movimiento sindical, o incluso, dentro del propio movimiento sindical".

Para Guillermo Martí, la condena de Emilio C. "es una vergüenza para el sindicato" que lo expulsó ocho meses después de ser imputado y ha admitido que en este caso "existen, como en todas, manzanas podridas, y lo que hay que hacer es identificarlas para retirarlas".

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