Este año no habrá prima para los aproximadamente 4.000 empleados del Vaticano por la elección de nuevo papa Francisco. La Santa Sede estudia no abonar este dinero, que tradicionalmente se paga cuando muere un pontífice y es elegido su sucesor. Así lo ha confirmado el portavoz Federico Lombardi.

"No creo que haya ninguna prima. Las pagas extras son algo que podría ser normal en una situación de abundancia, pero este no es el mundo en que nos encontramos ahora", ha señalado. Cuando Benedicto XVI fue elegido la muerte de Juan Pablo II, los empleados recibieron una paga extra de 1.500 euros. El destino de ese dinero serían fines sociales.

En esta ocasión ningún papa ha fallecido, por lo que, aunque las horas extraordinarias trabajadas en el Vaticano han sido muchas, la situación es excepcional. Lombardi ha descartado que la decisión de deba a que el Vaticano tenga una necesidad específica de aplicar recortes de presupuesto y ha explicado que si se suprime esta paga se debería al clima económico general.

Hasta el momento, el Papa Francisco ha demostrado su austeridad en diferentes ocasiones como al decidir quedarse en una habitación de la Casa Santa Marta o cuando pidió a los argentinos que no viajaran a Roma para la Misa de Inicio de Pontificado y donaran el dinero que fueran a emplear en el viaje a los pobres.