El consejero de Obras Públicas y Vivienda, Francisco Rodríguez, y el alcalde de Torrelavega, Ildefonso Calderón, han visitado este miércoles el inicio de las obras de construcción de las aceras de la carretera de La Hilera, en Sierrapando, que contribuirán a mejorar la seguridad vial de los peatones que transitan por esta carretera autonómica que va hacia Requejada. Está previsto que las obras estén finalizadas en seis meses.

Rodríguez ha señalado que estas obras se efectúan después de la promesa hecha a los vecinos de que cuando hubiera recursos en su departamento se llevarían a cabo, destacando la importancia y la prioridad que la Consejería otorga a la seguridad vial.

Por su parte, el alcalde ha agradecido la respuesta del Gobierno a las demandas históricas de los vecinos de Sierrapando que han tardado más de cinco años en ver cumplidas sus aspiraciones.

En este sentido se ha manifestado el presidente de la Asociación de Vecinos de Sierrapando, Eladio Gutiérrez, que ha acompañado al consejero y al alcalde en la visita, además del director general de Obras Públicas, José Francisco Sánchez, y concejales de la corporación torrelaveguense.

Según ha destacado el Gobierno en un comunicado, ha decidido realizar esta actuación debido a que las obras llevadas a cabo hace algunos años, en las cuales se llevaron a cabo mejoras de asfaltado, rectificación de curvas sin visibilidad y renovación de la señalización, no se contemplaron aspectos tan importantes como que los vecinos de la zona salían directamente a la carretera, viéndose obligados a circular por la calzada, con los riesgos que ello conlleva.

Ha recordado al respecto que la carretera no dispone de un arcén adecuado y que en los márgenes se ubican talleres, naves industriales y viviendas, convirtiendo el camino en un tramo urbano.

OBRAS

Las obras, muy demandas por los vecinos de Sierrapando, está previsto que terminen en seis meses, tal y como recoge la licitación de las mismas, y se llevarán a cabo desde la gasolinera de Los Ochos hasta el puente sobre la N-634, junto al barrio de La Hilera, lo que supone una longitud de 700 metros aproximadamente.

Las aceras se construirán con pavimento de baldosas sobre 15 centímetros de solera de hormigón y 20 centímetros de capa de zahorra. Su ancho será de 1,50 metros, aunque podrá disminuir hasta los 1,20 metros en zonas especialmente estrechas. En algunos puntos especiales del recorrido, las aceras dispondrán de barandilla, ya que está previsto levantar un muro ante la cercanía de la fachada de un edificio.

También se habilitarán espacios para plazas de aparcamiento en línea en aquellos lugares que por su anchura lo permitan, como en la zona industrial de Los Ochos. Otra de las actuaciones que redundarán en la seguridad vial será la instalación de nuevos pasos de peatones con la consiguiente señalización de aviso para los automóviles.

Las obras también incluyen una nueva red de drenaje superficial, rigolas que llevarán las aguas de lluvia a los sumideros y un ramal de PVC que transportará las aguas fecales de algunas casas.

Además de las aceras, que se construirán en ambos lados, y para complementar la seguridad de los peatones, se dotará a la vía de un alumbrado público más eficaz.