El Puerto de Motril (Granada) inaugura este sábado la temporada de cruceros con la llegada del buque Ryndam, de la compañía Holland American Line, en el que viajan más de 1.200 pasajeros, en su mayoría americanos, y cerca de 800 tripulantes.

Según la información facilitada por el barco, tan sólo una mínima parte ha contratado excursiones a la Alhambra, Granada y la Alpujarra, por lo que el grueso del pasaje tendrá la posibilidad de acercarse a visitar Motril y realizar compras.

Para ello, la Autoridad Portuaria pondrá a su disposición un servicio gratuito de autobus, mientras que el área municipal de Turismo tendrá una persona a bordo del barco ofreciendo información sobre el destino.

El crucero, consignado por Molina Marítima, está previsto que atraque a primera hora del sábado y permanecerá en Motril hasta las once de la noche, "por lo que se dan todas las circunstancias para que su estancia tenga reflejo en la economía local debido al alto poder adquisitivo del turista de cruceros", ha señalado en un comunicado el presidente de la Autoridad Portuaria, Ángel Díaz Sol, quien recuerda que este mismo buque volverá a la dársena granadina el viernes 26 de abril.

Para la temporada 2013 están previstos 30 cruceros y un total de 19.271 pasajeros, siendo este mes de abril el de mayor número de escalas con un total de siete, seguido de octubre con seis.

La temporada se extenderá hasta el día 13 de noviembre y este año visitan el Puerto de Motril nuevas compañías como Holland American Line, Thomson Cruises, Paul Gauguin Cruises y Ponant Cruise, mientras que vuelven a confiar otras como Azamara Club Cruises y Star Clippers, además de las que habitualmente escalan desde su creación como Autoridad Portuaria.

Estas escalas de cruceros tienen repercusión en la economía la provincia, ya que según el European Cruise Council el gasto medio de un pasajero en tránsito es de 60 euros en el caso del Puerto de Motril, por lo que en 2013 el impacto económico estará cifrado en 1.156.260 euros.

Los buques de la naviera Holland American Line, como el que llega este sábado, están cuidadosamente diseñados para compaginar los estándares de los mejores hoteles con las comodidades de un hogar.

Son barcos que combinan grandes escalinatas y cubiertas de paseo en madera con elegantes salones. En su interior, el crucerista encontrará verdaderas obras maestras flotantes, pinturas y objetos de valor incalculable y que recuerdan la exploración mundial holandesa de los siglos XVII y XVIII complementado con esculturas y murales de maestros modernistas.