El colectivo de estudiantes universitarios andaluces se encuentra preparando una serie de movilizaciones, que incluyen encierros en sedes académicas y la impartición de clases en la vía pública, para finales de abril en señal de protesta contra la política educativa de la administración, en especial contra los recortes y la pretendida reforma universitaria.

El portavoz de la Coordinadora Andaluza de Representantes de Estudiantes (CARE) y delegado del Consejo de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (Ceupo), Raúl Moreno, ha explicado a Europa Press que estas protestas se enmarcan dentro de un contexto estatal.

En la región andaluza, las movilizaciones tomarán la forma de encierros —en las universidades de Cádiz o Jaén— y clases en la calle, en los casos de Huelva y, posiblemente, la Universidad de Sevilla, aunque ésta podría aplazarlo a después de la huelga general en el sector educativo convocada para el 9 de mayo.

En este sentido, los estudiantes de la Hispalense, a través de una acción coordinada por el Consejo de Alumnos (Cadus), articulan sus propuestas para redactar una contrarreforma tras el Informe de Expertos presentado en el seno del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Un sector de los profesores de la Universidad de Sevilla, encarnado en la Asociación de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Sevilla (Adius), también participaría "puntualmente" en las acciones de los alumnos relacionadas con las clases en la calle —que en el caso de la capital hispalense se acometerían frente al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta— si bien, según ha expuesto a Europa Press uno de sus portavoces, David Benavides, otras protestas quedan aplazadas hasta celebrarse las elecciones al Claustro, a las que han elevado una candidatura, el próximo 8 de mayo.

Las últimas acciones que tuvieron lugar por parte de la comunidad universitaria sevillana fueron el encierro de un centenar de estudiantes en el Rectorado o la organización de una donación de sangre simbólica en el Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas. Ésta última fue organizada por Adius, apoyada por el comité de empresa del personal docente e investigador laboral y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).