Medio centenar de escolares recorren nueve kilómetros a pie para ir al colegio en Barcelona

  • Tienen entre tres y 17 años y se ven obligados a andar durante hora y media cada día por una carretera de montaña.
  • Algunos faltan unas horas a clase porque no pueden pagar el comedor escolar.
  • Es el resultado de una huelga indefinida de autobús que empezó hace un mes.
  • El Consorci d'Educació pagará el comedor a 17 escolares para que no pierdan clases
Varios escolares de Torre Baró, en Barcelona, recorren nueve quilómetros al día por una carretera de montaña para ir al colegio.
Varios escolares de Torre Baró, en Barcelona, recorren nueve quilómetros al día por una carretera de montaña para ir al colegio.
MIQUEL TAVERNA
Varios escolares de Torre Baró, en Barcelona, recorren nueve quilómetros al día por una carretera de montaña para ir al colegio.

No viven en un pueblo del Pirineu del siglo pasado, sino en un barrio de Barcelona en pleno siglo XXI, pero cada día tienen que hacer 9 kilómetros a pie para ir a la escuela.

Son una cincuentena de niños y jóvenes de entre tres y 17 años que, por una huelga de autobús, tienen que andar más de tres cuartos de hora de ida y otros tres cuartos de vuelta por una carretera de montaña. Ni la empresa gestora del servicio público de autobús ni la Administración les dan una alternativa.

Joel tiene siete años y estudia en la escuela Grey, en el paseo de Valldaura. Desde el 11 de marzo pasado, ya hace un mes, se levanta a las siete y media de la mañana para ir a la escuela. Se pone la mochila y baja a pie con su madre o con su abuela –hacen turnos– y anda cerca de 45 minutos para llegar a clase.

Laura Mercado, su madre, explica a 20 minutos que no puede pagar los 140 euros mensuales que cuesta el comedor, así que Joel no asiste a las clases de la tarde. Vuelve a andar 4,5 kilómetros hasta casa y se queda haciendo deberes.

Pierden horas de clase

El caso de Joel se repite en este mismo centro, en el jardín de infancia Quitxalla y también en la escuela Tomàs Moro (en Canyelles). "Debido a la huelga de transporte hay niños que no pueden asistir con regularidad a la escuela", relataba Josep L. Salvador en una carta dirigida al Distrito de Nou Barris. Pero todavía no ha obtenido ninguna respuesta.

"Los niños empiezan a tener ya un retraso escolar porque muchos alumnos no asisten al colegio por la mañana o por la tarde", lamentaba otra madre, Amparo Hueltes, y reclamaba un bus lanzadora. Fuentes del Distrito aclararon el lunes que el Ayuntamiento está mediando y que ni puede poner un bus alternativo porque iría "en contra del derecho de huelga". Con todo, se está "estudiando" la posibilidad de fletar un microbús escolar.

Después que 20 minutos se hiciera eco del caso de estos niños de Torre Baró, el Consorci d'Educació de Barcelona se reunió con los centros que tienen niños afectados y acordó sufragar el coste del comedor a 17 niños mientras dure la huelga. Son diez niños del Tomàs Moro y siete más de la Escola Grey, según confirmaron fuentes del Consorci.

Los trabajadores de la empresa Sagalés, gestora del servicio de buses de barrio del distrito, hacen huelga indefinida desde el 11 de marzo. Este martes se volvieron a reunir los representantes de los empleados con la dirección, bajo la mediación del Departamento de Trabajo.

El hecho es que por ahora están afectadas por la huelga las líneas 80, 81, 82 y 83, y sólo ofrecen un 40% del servicio, en cumplimiento de los mínimos fijados por la Generalitat.

Solidaridad entre vecinos

Torre Baró sólo tiene un bar. En este barrio de montaña no se puede comprar ni pan ni víveres. Desde que el autobús sólo pasa cinco veces al día, los vecinos tiran de favores para abastecerse, sobre todo la gente mayor. "Les subimos una barra de pan o unas cebollas, lo que podemos... ¡pero que no pese mucho!", decía riendo Araceli.

Algunos vecinos que tienen coche se ofrecen para hacer viajes con algunos niños pequeños. Ya hace un mes que protestan cada viernes bajo el puente de Ciutat Meridiana.

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