La Audiencia Provincial de Sevilla acogerá este viernes la constitución del jurado encargado de enjuiciar a una mujer acusada de asesinar en 2011 a su compañera sentimental, a la que asfixió inicialmente con un calcetín y a continuación con sus propias manos mientras mantenían relaciones sexuales, hechos por los que la Fiscalía le pide una condena de 18 años de cárcel y el pago de una indemnización de 36.282,16 euros.

En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público relata que la acusada, A.M.P., de 52 años de edad, mantenía una relación sentimental de pareja desde principios de 2011 con la víctima, R.N.P., conviviendo ambas en el domicilio de ésta última, en la calle Nueva Bellavista de Sevilla.

Así, añade que el día 24 de diciembre de 2011, y encontrándose ambas en la vivienda, decidieron mantener relaciones sexuales "en la forma que habitualmente les complacía", que consistía en que la víctima era atada por las muñecas a la cama mientras la procesada "desplegaba actividad sexual sobre ella en el lecho".

Según el fiscal, los hechos tuvieron lugar entre las 4,00 y las 9,00 horas del día 25 de diciembre, cuando, encontrándose en dicha actividad, la acusada se aprovechó de que la víctima "no podía de ninguna manera defenderse ni liberarse de las ataduras, a las que en un principio accedió voluntariamente sin saber qué ocurriría después", para atarle un calcetín al cuello con un nudo.

En ese momento, la imputada "comenzó a tirar" de los extremos del nudo provocando la asfixia de su pareja, momento en el que ésta, "a la vista del exceso de violencia en principio consentida por la relación sexual, comenzó a resistirse", por lo que la acusada, "viendo que no conseguía su propósito con el calcetín, la agarró por el cuello con sus manos" hasta producirle la muerte por asfixia.

Tras ello, la acusada tapó a la víctima en la cama, se aseó y, antes de marcharse de la vivienda, se apoderó de algunas joyas y del teléfono móvil de su pareja, marchándose a continuación a la barriada de las '3.000 viviendas', si bien antes tiró las llaves del piso y el teléfono de la finada en un contenedor. Los efectos sustraídos están valorados en 469,30 euros.

El fiscal, que deja claro que la actuación de la imputada no formaba parte de un "plan" diseñado previamente, asevera que la víctima, antes de morir, había ingerido alcohol y cocaína, lo cual "limitaba aún más su conciencia y su capacidad de reacción", mientras que la imputada es consumidora "habitual" de alcohol, cocaína y heroína, aunque "no hay alteración de la percepción psíquica", mientras que "ante situaciones conflictivas tiene limitación en el control de sus impulsos".

A su juicio, sus capacidades intelectivas "no presentaban mermas de tal entidad como para no comprender tanto la ilicitud de los hechos como el daño que podía estar causando, pero sí es posible considerar la presencia de una merma de sus capacidades volitivas a la hora de limitar su acción impulsiva".

El fiscal pide para la procesada 18 años de cárcel y el pago de una indemnización de 9.070,54 euros a cada uno de los cuatro hermanos de la víctima por un delito de asesinato con la agravante de abuso de confianza.

El jurado se constituirá este viernes, aunque la declaración de la acusada no se producirá hasta el próximo lunes.