El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha pedido este jueves la dimisión o el cese de la consejera de Fomento andaluza, Elena Cortés, tras las declaraciones de ésta en las que aseguró que "seguramente participaría en los escraches" si no fuera consejera y ha advertido de que tanto ella como el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, serán "responsables" de "cualquier situación de violencia física o verbal" que se pueda producir contra miembros del PP.

En declaraciones a Europa Press, Hernando ha calificado de "muy graves" las palabras de Cortés y ha recordado que el acoso a las personas, "sea de tipo laboral, sexual o por razones religiosas o políticas es un delito" y considera que, en este caso, "intentar intimidar a representantes de la ciudadanía es un hecho delictivo tanto si se participa o si lo que se hace es incitarlas, inducirlas o respaldarlas".

"Una representante pública no puede estar desde el coche oficial incentivando actuaciones claramente delictivas", ha recalcado el diputado 'popular' por la provincia de Almería, que cree que el "único objeto" de estas concentraciones ante domicilios de políticos, impulsadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, es "amedrentar a personas o formaciones políticas" que "encima —ha añadido— hemos ganado las elecciones".

Así las cosas, tras reclamar que sea expulsada del Gobierno andaluz, ha señalado que si esto no ocurre es por el "contrato de hierro" que PSOE e IU "tienen firmado" en Andalucía y que, a su juicio, sirve para "taparse las vergüenzas los unos a los otros", en referencia al caso de los ERE fraudulentos.

Hernando ha confiado en que "si sucede algo peor" el presidente andaluz no haga como en los ERE, "decir que él no sabía nada e intentar echar la culpa a otros". "Les hago a ambos responsables de cualquier situación que se pueda producir de violencia física o verbal contra diputados u otros miembros de mi partido", ha concluido.