La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG-A) ha considerado este martes que los distintos gobiernos deben ser "solidarios" y poner en marcha medidas "concretas" para evitar que las explotaciones agrarias que han sufrido daños por estas lluvias vean comprometida su continuidad.

En una nota, la organización agraria ha señalado que, aunque todavía no se han podido realizar valoraciones por la imposibilidad de acceder al terreno, hay constancia de que se han producido daños en sectores como la fresa, que está sufriendo las consecuencias de la botritis, debido a la humedad.

Estos hongos, según ha explicado, están provocando un trabajo extra para los productores, que tienen que revisar toda la fruta para evitar todas aquellas que estén dañadas.

Además, la falta de sol provoca un retraso de madurez y, por tanto, un descenso de la producción. De hecho, la mitad de la fresa del mes de marzo se ha perdido. Además del daño en la fruta, las explotaciones freseras han sufrido roturas de plásticos en los túneles, debido al viento, que también daña las plantas.

COAG-A también ha apuntado que la lluvia está provocando retraso en la siembra de los cultivos de primavera, como el girasol, el algodón o el maíz, y está impidiendo que se desarrollen las tareas de recolección en sectores como los cítricos y otros frutales y algunas hortícolas al aire libre, como las zanahorias o la coliflor. También ha detallado que están inundadas muchas explotaciones de remolacha, sin que por el momento se sepa qué consecuencias tendrá la lluvia en la cosecha.

Aunque las lluvias se han producido con carácter generalizado en toda Andalucía, en algunas provincias como es el caso de Cádiz, los daños se concentran especialmente en zonas concretas, como el Guadalete o Conil. A estos efectos hay que sumarles los perjuicios sufridos recientemente por sectores como los frutos secos debido a las bajas temperaturas.

Al margen de la influencia en cultivos, la combinación de lluvia y viento ha provocado daños en infraestructuras agrarias —invernaderos, plásticos— e hidráulicas —tubos de riego, bombas, motores—.

Por esto, esta organización agraria solicita que se activen medidas que contribuyan a aliviar la situación de los productores, cuya economía es "ya de por sí muy precaria por la bajada del nivel de renta debido a unos precios en origen en los que no tiene capacidad de repercutir el incremento de los costes de producción".

Según el secretario general de COAG-A, Miguel López, "se trata de activar ayudas concretas en aquellos lugares donde se justifiquen daños reales, contrastables, que amenazan la continuidad de las explotaciones".

"No todo puede bascular hacia el sistema de seguros, porque las coberturas no son iguales para todos los sectores. Además, habrá que ver si hay alguna responsabilidad, por falta de previsión, en la gestión de los desembalses o en la puesta en marcha de infraestructuras que eviten estos daños", ha subrayado.