Problemas de tránsito, retrasos de trenes y, sobre todo, una pésima imagen. Son algunos de los problemas que causan las goteras y humedades que sufren al menos 14 estaciones del metro de Madrid, sobre todo las más antiguas y las ubicadas en el centro de la capital, debido a la mala calidad del alcantarillado y de los sanitarios de los edificios de la urbe, según afirman trabajadores del suburbano, sindicatos y expertos en obras públicas.

El recorrido por las humedades del metro comienza en Ventas (que ya el verano pasado tuvo que suspender su servicio durante toda una jornada por unas goteras que provocaron el retraso de varios trenes), y prosigue por la línea 2 en las estaciones de Príncipe de Vergara y Sol. En la 6, son las paradas de Diego de León, Pacífico y Cuatro Caminos  las más afectadas. Callao y Atocha también presentan numerosas goteras, tal y como comprobó 20minutos.es la semana pasada, cuando la llegada de un temporal provocó precipitaciones durante tres días seguidos en la comunidad. Todas ellas, además, fueron construidas hace más de 70 años (la más antigua, la de Sol, data de 1919).

"Tiene muy difícil solución, porque para erradicar completamente las humedades habría que reconstruir todas las paradas, ya que en su época fueron recubiertas de ladrillo, mucho más poroso que el hormigón, que es el material con el que se construyen ahora. Peor lo tienen las que están situadas en el centro de al ciudad. A estas, aparte de su vejez, hay que sumar el pésimo estado de los sanitarios de los edificios del distrito, que filtran agua constantemente hacia el subsuelo, y del alcantarillado", explica Alejandro Alañón, responsable de formación del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Madrid.

Sin embargo, también hay goteras en estaciones más nuevas como Marqués de Vadillo (1968) debido a su cercanía con el Manzanares, o Puerta del Ángel (1995), la cual  lleva tiempo con problemas debido al mal estado de las tuberías de un edificio ubicado por encima de la parada, que hasta ha provocado quejas por malos olores. También Pueblo nuevo (1964) ha tenido filtraciones.

"Aún así, muchas de estas humedades son provocadas por los ayuntamientos que no cuidan el estado de sus colectores ni de sus zonas verdes, que también filtran agua. Son ellos los primeros que tendrían que realizar obras para impedir que esto sucediera", explica un portavoz de CC OO. "Es cierto que las humedades afectan más a las estaciones más antiguas. Pero también ha habido muchos ejemplos de goteras en estaciones recién inauguradas", recuerda Teo Piñuelas, portavoz de UGT en el suburbano.

Un ejemplo de estaciones nuevas con problemas de humedades son las de la Línea 7 (Pitis-Hospital del Henares). Hace dos años Metro se vio obligada a cerrar durante tres meses Metroeste, inaugurado en 2007, para  atajar unas filtraciones en los túneles que ponían en peligro la seguridad de los pasajeros. "Las humedades que se detectaron en las vías se arreglaron, pero en la estación central de Coslada aún hay goteras", afirma Tomás Arcos, portavoz de la coordinadora vecinal de Coslada. Esta misma línea también sufrió retrasos en septiembre, entre las estaciones de Barrio de la Concepción y  Parque de las Avenidas, debido a una avería en las señales provocada por unas humedades.

Metro de Madrid reconoce la presencia de filtraciones y su dificultad para subsanarlas. "Las paradas más antiguas, cuando se inauguraron, no contaban con los métodos de impermeabilización de las nuevas", explica un portavoz de la empresa, que este año destinó a mantenimiento más de 100 millones de euros, un 3% más que en 2012.