El acusado de matar a un jubilado en Alcalá acepta que se le condene a cuatro años de cárcel

El abogado de Álvaro L.O. ha negado que su cliente acabara en 2008 con la vida de un jubilado de 66 años en su vivienda de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, aunque ha admitido que pueda ser condenado a cuatro años de cárcel por un delito de omisión del deber de socorro en concurso con un delito de homicidio imprudente.

El abogado de Álvaro L.O. ha negado que su cliente acabara en 2008 con la vida de un jubilado de 66 años en su vivienda de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, aunque ha admitido que pueda ser condenado a cuatro años de cárcel por un delito de omisión del deber de socorro en concurso con un delito de homicidio imprudente.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en la última sesión del juicio con jurado popular que se ha celebrado en la Audiencia Provincial, la Fiscalía ha mantenido su petición para el acusado de 16 años de cárcel por un delito de asesinato y de siete meses de prisión por un delito de hurto, mientras que la acusación particular ha solicitado para el procesado 25 años de cárcel.

Los forenses que practicaron la autopsia al cadáver concluyeron que la herida sufrida por la víctima "era susceptible de tratamiento urgente, ya que afectaba a una vena y no a una arteria". Sobre este particular, hay que recordar que el acusado dijo en su declaración que la víctima resultó herida accidentalmente durante un forcejeo entre ambos y que, tras el mismo, observó que el fallecido estaba de pie, por lo que pensó que la herida "no era mortal" y abandonó la vivienda sin prestarle asistencia.

Teniendo en cuenta todo ello, el abogado del imputado ha modificado sus conclusiones iniciales, en las que pedía la absolución de su patrocinado, y ha admitido que éste pueda ser condenado a cuatro años de cárcel por un delito de omisión del deber de socorro en concurso con un delito de homicidio imprudente, pues el hecho de no prestarle asistencia facilitó la muerte de la víctima.

Una vez todas las partes han expuesto sus informes finales, la magistrada presidente del juicio entregará la próxima semana el objeto del veredicto a los miembros del jurado popular, que se retirarán a deliberar y decidirán sobre la inocencia o culpabilidad del acusado.

La versión exculpatoria del acusado

En su declaración, el procesado alegó que la víctima se cortó en el cuello de manera accidental con un cuchillo jamonero durante un forcejeo entre ambos después de que el fallecido se negara a prestarle 50 euros.

Así, relató que él mismo, su pareja, su hijo y su suegra estuvieron conviviendo con la víctima en su domicilio entre enero y junio de 2007, tiempo en el que la relación fue "normal, buena", añadiendo que en varias ocasiones le pidió dinero para comprar drogas, algo que "no le solía molestar, pues siempre se lo devolvía".

Afirmó que los hechos tuvieron lugar el día 18 de octubre de 2008, cuando el acusado terminó de trabajar y se dirigió a Torreblanca a comprar 50 euros en heroína, droga que consumió antes de dirigirse a la vivienda de la víctima, a quien le preguntó si podía dejarle 50 euros, "porque ya me había dejado otras veces".

La víctima "se enfadó mucho"

"No quería llegar a casa sin ese dinero, porque mi mujer me abroncaba porque no quería que consumiera; incluso me había dicho que la próxima vez me dejaba y se iba con nuestro hijo", manifestó el imputado, quien agregó que, una vez llegó a la vivienda de la víctima, ésta "me abrió y me dejó que pasara".

Una vez en el interior, el acusado le pidió prestado el dinero, pero el fallecido "se enfadó mucho y me dijo que no me lo daba, que abandonara la casa", tras lo que la conversación prosiguió en la cocina del inmueble, donde el finado cogió un cuchillo "y me amenazó" con él "para que me fuera.

En ese momento, y según el relato del acusado, comenzó un forcejeo entre ambos en el que el imputado cogió el cuchillo por la hoja, pero "al tirar para arriba" la hoja se partió y el fallecido "se cortó en el cuello, apoyándose en la encimera y echándose las manos al cuello".

La víctima estaba "en pie"

Seguidamente, el procesado se dirigió al dormitorio del jubilado en busca de dinero, pero no encontró nada, por lo que volvió a la cocina y halló a la víctima "en pie", motivo por el que no lo socorrió y se marchó de la casa, no sin antes coger la hoja del cuchillo, aunque negó que robara un televisor de plasma o un horno, como mantiene la Fiscalía.

De su lado, los forenses que practicaron la autopsia al cadáver concluyeron que el fallecido fue "degollado" por la espalda por otra persona, pues las características de la herida, de unos 20 centímetros de longitud y que abarcaba de la nunca a la parte anterior del cuello, "es típica de un agresor ubicado a la espalda de la víctima y diestro".

En este sentido, los forenses restaron credibilidad a la versión del acusado, Álvaro L.O., pues ésta "no es compatible" con los datos obtenidos en la autopsia, ya que "contradice cómo son las lesiones", ya que "se trata de una herida hecha en dos tiempos, y no en un forcejeo".

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