Obama afronta el viaje que no quiso hacer en su primer mandato

  • Obama visitará Israel por primera vez como presidente en marzo.
  • Una cita clave para desatascar el proceso de paz en Oriente Medio, paralizado desde septiembre de 2010.
  • Obama evitó viajar al país en su primer mandato los constantes rifirrafes y desavenencias ideológicas con el primer ministro israelí.
  • Los palestinos temen que Obama exija un diálogo "sin condiciones", una fórmula que no les convence y que frena pedir el fin de los asentamientos.
El presidente estadounidense Barack Obama, esta semana durante el Desayuno Nacional de la Oración en Washington.
El presidente estadounidense Barack Obama, esta semana durante el Desayuno Nacional de la Oración en Washington.
EFE
El presidente estadounidense Barack Obama, esta semana durante el Desayuno Nacional de la Oración en Washington.

La reanudación del estancado proceso de paz en Oriente Medio depende en gran medida del gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y de la determinación que demuestre Barack Obama, despojado ya de lastres electorales y que en marzo visitará la zona por primera vez como presidente de EE UU.

Paralizado desde septiembre de 2010, Netanyahu aprovechó el encargo de formar gobierno que le hizo el presidente, Simón Peres, para pedir nuevamente al líder palestino, Mahmud Abás, el reinicio de las negociaciones, una propuesta que no ha caído en oídos sordos en Washington.

Obama, que en sus primeros cuatro años de gobierno se abstuvo de visitar Israel por los constantes rifirrafes y desavenencias ideológicas con el primer ministro israelí, parece haberse convencido de que se ha abierto una brecha por la que retomar la senda de la paz.

"Ningún presidente entraría en esta foto sin tener alguna garantía", aseguró el veterano comentarista Eitan Haber, del diario Yediot Aharonot, que también advirtió a Netanyahu de no volver a "estropear" la instantánea.

Palestina pide parar los asentamientos

Una perspectiva que por ahora no comparten los palestinos, para los que el proceso sigue pendiente del cese de la construcción en los asentamientos. "No estamos en contra de negociaciones, pero necesitamos que sean reales y no una cortina de humo para que Israel continúe la colonización", dijo el portavoz de la OLP, Xavier Abu Eid.

No se trata (agrega) de una "condición", sino del cumplimiento de una "obligación" a la que Israel se comprometió en la Hoja de Ruta de 2003 y en la que hasta 2009 los palestinos no insistieron por "error táctico" y porque "con (el anterior primer ministro israelí Ehud) Olmert se negociaba sobre todos los asuntos".

Para Netanyahu es un obstáculo casi insuperable por la oposición que despierta dentro de su partido Likud, su socio Israel Beitenu (con el que acudió a las urnas) y Habayit Hayehudí, uno de sus aliados naturales en el Parlamento.

Otra alternativa es que los palestinos hagan la vista gorda en cuanto a la construcción en las colonias y, a cambio de un calendario exhaustivo de negociación, cojan el testigo del primer ministro israelí, toda vez que la Asamblea General de la ONU les reconoció en noviembre un estado "en las fronteras de 1967".

Los "términos de referencia" de la negociación, es decir, sobre qué se negocia exactamente y bajo qué formulas y plazos, son clave para la parte palestina, a decir de Abu Eid. Histórico mediador en la región, durante los últimos cuatro años EE UU sólo consiguió tímidos avances que dieron vida únicamente a una moratoria parcial de diez meses en la construcción de asentamientos y un breve proceso negociador de tres semanas en septiembre de 2010.

Obama "no admitirá condiciones"

En una situación de mayor estabilidad internacional, y despojado de lastres electorales que puedan condicionar su política hacia Israel y los palestinos, Obama puede ejercer ahora una mayor presión sobre las partes.

Fuentes políticas estadounidenses dijeron al Canal 10 israelí que Washington pedirá "negociaciones sin condiciones", una fórmula que sigue sin convencer a los palestinos. "Esperamos que esta visita rectifique los errores del pasado, demuestre una nueva voluntad política y lleve a acciones urgentes, sustanciales y serias que acaben con la ocupación israelí del Estado de Palestina", manifestó la política palestina Hanán Ashrawi.

Miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, Ashrawi instó a la Casa Blanca a "reprimir las violaciones y medidas unilaterales israelíes, en particular la actividad de asentamientos y la anexión de Jerusalén, así como las políticas de bloqueo y fragmentación". "El problema es de credibilidad", aseguró en una reciente entrevista el casi invisible enviado especial del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair, para quien los palestinos "temen sentarse a hablar y que, como en casos anteriores, no pase nada".

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