La Fiscalía de Sevilla solicita diez años de cárcel y el pago de una multa de 4.860 euros para un ciudadano inglés, identificado como Wayne A.F., que atropelló al empleado de una gasolinera de Guillena (Sevilla) y lo dejó malherido tras repostar 50 euros e intentar huir sin pagar.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público pide para el acusado siete años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa; tres años de cárcel por un delito de robo con violencia, y el pago de una multa de 4.860 euros por un delito contra la seguridad vial por no disponer del permiso para conducir vehículos en España, pues "no lo había obtenido nunca".

Asimismo, el fiscal solicita que el imputado pague una indemnización de 5.622 euros al propietario de la gasolinera por los perjuicios causados, ya que tuvo que contratar a otra persona para que sustituyera en sus labores profesionales al operario herido durante el periodo de convalecencia.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 16,20 horas del día 12 de enero de 2012, cuando el acusado llegó a la estación de servicio en un camión y repostó gasoil por importe de 50 euros, siendo "sabedor de que carecía de dinero para pagar el precio del repostaje", tras lo que entró en la tienda "para decirle a los empleados que, como no tenía dinero para pagar, ya pasaría otro día para saldar su deuda".

Dos empleados le informaron de que debían retirarle el gasoil que había repostado, y aunque el acusado se opuso a ello, uno de los trabajadores salió de la tienda y se dirigió hacia el vehículo provisto de una garrafa y una goma, pero la cerradura del tapón del depósito estaba cerrada, por lo que pidieron al imputado que la abriera.

A fin de "apoderarse de modo ilícito del combustible que acababa de repostar sin pagar por ello, desatendió la petición de los empleados, se subió en el vehículo, lo arrancó y, pese a percatarse de que delante del mismo se encontraba" uno de los operarios "a corta distancia" y que por ello, lo iba a atropellar, "emprendió la marcha de modo súbito e inesperado, aceptando que con ello era muy probable que lo atropellara y que le causara la muerte".

De ese modo, y según el relato del fiscal, el acusado atropelló a este trabajador, que "le hacía gestos evidentes para que detuviera la marcha" y que quedó malherido en el suelo. Pese a la gravedad de las lesiones causadas, no falleció por la rápida atención médica que le fue dispensada en el lugar de los hechos por personal sanitario que, "rápidamente", se desplazó hasta la gasolinera y lo trasladó al Virgen del Rocío.

"Aprovechando el atropello del empleado de la gasolinera, el procesado huyó de la misma con el gasoil que, previamente, había repostado sin haber abonado el importe correspondiente", dice el fiscal, que relata que el trabajador herido sufrió un traumatismo craneoencefálico, síndrome vertiginoso, contusión dorsal y la fractura de una costilla, tardando en curar de sus heridas 85 días.

Como secuelas, el trabajador sufre un síndrome postconmocional leve —cefaleas y vértigos—, alteración del sentido del olfato y dorsalgia postraumática, aunque ha renunciado a la indemnización que le pudiera corresponder, pues ya ha sido indemnizado por Ofesauto.

El acusado fue detenido el 13 de enero de 2012 e ingresó en prisión provisional, donde permaneció hasta el 2 de octubre, cuando fue puesto en libertad.