John Lennon se refirió a ella en 1971 como "la artista desconocida más famosa del mundo". La omnipresente viuda, acusada de tener algo que ver en la disolución de los Beatles, reconocida por los amantes del antiarte como una osada iconoclasta... Las múltiples imágenes de Yoko Ono (Tokio-Japón, 1933) se superponen componiendo un personaje borroso en la historia de las vanguardias artísticas de la segunda mitad del siglo XX.

El museo Schirn Kunsthalle de Frankfurt (Alemania) inaugura el 15 de febrero Half-a-wind Show (que se podría traducir por La exposición del medio viento) una retrospectiva que celebra el 80 cumpleaños de la autora japonesa con un exhaustivo repaso a seis décadas de carrera.

Según los organizadores de la muestra, Ono es "una pionera" del arte, los audiovisuales y la performance conceptuales, "así como una figura clave en el mundo de la música, el movimiento pacifista y el feminismo". Para demostrar y reivindicar su valía, el museo recopila 200 piezas entre objetos, películas, instalaciones, fotos, dibujos y textos y pone a disposición del espectador una "sala de música" que arroja luz sobre los principales temas que la artista ha tratado en su obra.

La retrospectiva hace énfasis en la producción de los años sesenta y setenta, con ejemplos como Instructions for Paintings (Instrucciones para pinturas) o la performance de 1964 Cut Piece (Pieza cortada) en la que Ono, sentada sobre un escenario e inmóvil, dejaba que el público cortara con unas tijeras la ropa que ella llevaba puesta. Su libro Grapefruit (Pomelo), del mismo año, la elevó a una influyente posición en el panorama artístico de las vanguardias japonesas y estadounidenses. El tomo, una especie de manual, fue reeditado con un éxito masivo en 1970, un año después de que la autora contrajera matrimonio con John Lennon en Gibraltar.

Además de las décadas más productivas, en las que pasó de ser una figura reconocida en círculos muy reducidos a convertirse en un personaje público que protagonizaba con su famoso marido iniciativas artísticas y musicales, la exposición de Frankfurt reúne instalaciones realizadas por la autora en los años noventa como Water Event (Evento del agua), para la que invitó a otros artistas a aportar contenedores vacíos en los que ella pudiera introducir agua (o agua imaginaria).

El seguimiento de la trayectoria llega hasta el presente. Con motivo de la muestra, Ono ha realizado para la ocasión un nuevo trabajo  —la instalación Moving Mountains (Moviendo montañas)— y presentará una performance el 13 de febrero con componentes de una orquesta de cámara a los que Ono y sus asistentes envolverán en gasas como homenaje al revolucionario compositor, músico teórico y artista John Cage.