El comité de empresa dice que el cese de actividad de Emilio Bolado era "una muerte anunciada"

"No hacemos nada porque la gente quiere apuntarse al paro para poder cobrar porque necesita el dinero para comer", dice Iglesias

El presidente del comité de empresa de Emilio Bolado, Segundo Iglesias, ha afirmado este viernes que el cese de actividad de la empresa, en concurso de acreedores, era "una muerte anunciada" desde noviembre de 2011, cuando se presentó el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Antes de noviembre de 2011, tres empresas del Grupo Emilio Bolado daban trabajo a 300 personas y un año después, tras sucesivos EREs, sólo quedaban 33, de los que 23 también estaban con expediente de regulación y 10 trabajaban normalmente "en obras pequeñas". "En Cantabria y seguramente en España no hay un caso igual, en el que se ha echado a 300 trabajadores sin más", ha apostillado Iglesias en declaraciones a Europa Press.

"300 trabajadores fuera en un año y un mes, prácticamente sin cobrar nada, excepto los 30 del primer ERE. Es lo más lamentable: gente que se va con 30 ó 35 años de antigüedad en la empresa, sin cobrar nada, sólo con el reconocimiento de la deuda cuya resolución se verá en el concurso de acreedores", ha lamentado el sindicalista.

La comunicación del cese de actividad que la empresa realizó este jueves se "precipitó" porque los trabajadores reclamaron el abono de las pagas extraordinarias de julio y diciembre así como de los meses de diciembre y enero.

Los administradores concursales se reunieron la empresa el 30 de enero y ésta les comunicó que iba a pedir el cese de actividad al día siguiente, que rescindía los contratos de los 23 trabajadores en ERE y que presentaría otro ERE de extinción para los 10 empleados restantes. También informó de su intención de empezar el periodo de liquidación.

El comité se reunió este jueves con la empresa y los administradores concursales "para ver si era posible salir, porque la gente ya está aburrida de esta situación, pero cobrando". Algo imposible porque "los trabajadores somos un acreedor más de la empresa al estar en concurso; estamos a la fila con los demás acreedores", ha lamentado Iglesias.

"Lo malo es que la mayoría de los trabajadores están saliendo con reconocimiento de la deuda pendiente pero sin cobrar nada, ni indemnización ni nada, y sin poder hacer nada", ha reiterado, puntualizando que "no hacemos nada porque la gente quiere apuntarse al paro para poder cobrar porque necesita el dinero para comer".

Además, ha subrayado que el cierre de Emilio Bolado era "una muerte anunciada" desde noviembre de 2011, cuando se presentó el primer ERE y los representantes de los trabajadores se reunieron con el consejero de Obras Públicas, Francisco Rodríguez. "Vimos la respuesta y lo que había, nada de nada: la obra pública se paralizó completamente y en ese momento vimos que estábamos desaparecidos".

En su opinión, además de la falta de obra pública, la crisis y la "mala gestión" de la empresa tras la muerte de su fundador en 2008, han influido en este desenlace.

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