Jefe de Udyco niega órdenes de hacer paquetes falsos de droga al exagente, del que sospechó siempre

El jefe provincial de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), Francisco T., ha negado haber ordenado al exagente de la Udyco Lars S.M. ni a ninguna otra persona elaborar una serie de paquetes falsos para dar el 'cambiazo' a los paquetes que realmente contenían la droga almacenada en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, de donde fueron sustraídos 154 kilogramos de cocaína y heroína aprehendida en diferentes operaciones policiales.

El jefe provincial de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), Francisco T., ha negado haber ordenado al exagente de la Udyco Lars S.M. ni a ninguna otra persona elaborar una serie de paquetes falsos para dar el 'cambiazo' a los paquetes que realmente contenían la droga almacenada en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, de donde fueron sustraídos 154 kilogramos de cocaína y heroína aprehendida en diferentes operaciones policiales.

Durante la segunda sesión del juicio en la Audiencia Provincial de Sevilla, el responsable de la Udyco ha dicho que "es mentira" lo asegurado por Lars en este sentido, ya que ordenar hacer paquetes falsos de droga "no es una práctica" habitual en la Udyco, y ha asegurado que sospechó del exagente "desde el primer momento", pues la Guardia Civil, en una operación conjunta con Vigilancia Aduanera, investigó al expolicía "en relación a un grupo de narcotraficantes".

De igual modo, ha afirmado que, después de que Lars le informara de sus relaciones con el también imputado y presunto cómplice, Manuel A.S., lo que ocurrió un año antes del robo de la droga, le advirtió de que "era un chorizo y un traficante", pues este acusado "era un comisionista" que se dedicaba supuestamente a llevar la droga "de un lado a otro", e incluso "tenía relaciones" con el máximo distribuidor de sustancias estupefacientes en Sevilla.

Tras asegurar que nunca vio a Manuel A.S. entrar en Comisaría, el jefe de la Udyco ha explicado que las llaves del calabozo donde se guardaba la droga las guardaba él personalmente en una caja fuerte de su despacho, y que fue una vez se descubrió la sustracción cuando se enteró de que había otros cuatro juegos de llaves que daban acceso a estos calabozos.

Ha señalado que eran los jefes de grupo "los que me tenían que pedir personalmente" las llaves para poder acceder a estos calabozos, aunque en una ocasión Lars "se acercó" y se las pidió, por lo que llamó a su jefe de grupo y "le dije que cómo se le ocurría" mandar al exagente acusado a por las llaves de los calabozos.

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