El delincuente que el miércoles se atrincheró con ocho rehenes en un banco de Tarragona tiene 21 antecedentes y "recientemente" no regresó a la prisión de LLeida tras un permiso penitenciario, según ha confirmado el Delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel.

Rangel ha explicado que el atracador entró armado con una pistola de aire comprimido y tras darse la alarma mantuvo una hora retenidos a ocho personas en el interior de una sucursal bancaria de Caixa Tarragona situada en la calle Portalet de Tarragona, cerca del ayuntamiento.

Cuando llegaron las patrullas policiales, el delincuente pidió un coche para huir, que no le fue suministrado y después pidió metadona para dejar libres a los rehenes entre los que había dos cliente, cinco trabajadores y el director de la oficina. A la media hora dejó libres a los clientes.

Delincuente común

El atracador es un delincuente común de Tarragona conocido por la Policía, de unos 50 años y con problemas de drogas, que se había fugado de la prisión de Lleida. Para liberar a los empleados retenidos ha exigido que se le suministrara una dosis de metadona.

El delincuente ha liberado a una parte de los rehenes y ha permanecido junto a otro en el interior del banco hasta que no ha llegado a un acuerdo con el negociador de la Policía con el que se comunicaba por teléfono.

La policía se ha llevado al delincuente en un coche camuflado hacia las 15.20 horas para la comisaría de Tarragona

Una hora de angustia

El atraco se ha cometido pocos minutos antes de las dos de la tarde cuando un hombre a entrado en la oficina bancaria a cara descubierta y armado con una pistola, y ha amenazado a los empleados, a los que ha exigido el dinero.

El asalto ha quedado abortado cuando se han disparado los mecanismos internos de seguridad y la alarma y a las 14.15 horas han empezado a llegar coches de la policía.

Zona acordonada

Varias dotaciones con unos cuarenta agentes de la Policía y los Mossos d'Esquadra protegidos con chalecos antibalas se han desplegado sobre las 14.15 horas frente a la sucursal, situada en la esquina con la Rambla Vella de Tarragona, cerca del consistorio tarraconense, y han acordonado la zona donde se han reunidos unos 200 curiosos.

Un negociador ha comenzado entonces a dialogar con el atracador, que podría haber apuntado con la pistola al rehén, para que depusiera su actitud y se entregara, lo que ha sucedido una hora y media después de que iniciara el atraco.