El Ayuntamiento de Barcelona tiene localizados más de 40 prostíbulos ilegales en el Raval, según informó este jueves la Síndica de Greuges, Maria Assumpció Vilà. Es por ello que tachó de "ineficaz e insuficiente" la ordenanza municipal para regular la prostitución en la ciudad y acabar con los problemas de convivencia que generan.

Si bien la ordenanza de actividades y establecimientos de concurrencia pública de Barcelona regula los locales donde se ejerce la prostitución, el plan de usos del distrito prohíbe este tipo de establecimientos en Ciutat Vella, especialmente en el Raval.

Sin embargo, hay identificados más de 40 locales "encubiertos". Las áreas más afectadas son la calle Robador y sus alrededores, así como la zona comprendida por la ronda de Sant Antoni, Joaquim Costa y Tigre.

La Síndica sostiene que el endurecimiento de la ordenanza del civismo no ha ido acompañado de otras medidas que eviten que la oferta y la demanda deje de realizarse en la vía pública.

En opinión de la Síndica de Greuges, existe una "disfunción" entre realidad y normativa, que desde agosto fija multas a quienes ofrezcan o demanden servicios sexuales en la vía pública. Como aún hay demanda y oferta, se habilitan mueblés ilegales en algunos edificios y ello genera molestias a los vecinos.

Para ello, Vilà anima al Ayuntamiento y al distrito a buscar alternativas, junto a las entidades sociales que atienden a las trabajadoras sexuales, para garantizar los derechos de seguridad y salubridad, tanto de las prostitutas como de sus clientes.

La Síndica de Greuges dio a conocer su postura sobre la prostitución en Ciutat Vella tras desestimar una queja vinculada a un local con licencia de peluquería clausurado porque en él se ejercía la prostitución. La dueña presentó una reclamación asegurando que solo lo usaba como peluquería y vivienda familiar, pero su queja fue desestimada porque la Urbana encontró testigos que admitieron haber mantenido relaciones sexuales retribuidas en su interior.