Los sindicatos han cifrado en un 70 por ciento el seguimiento de la huelga en los paradores nacionales por parte de los empleados de los tres establecimientos de este tipo que hay en Cantabria, en Santillana del Mar, Limpias y Fuente Dé.

Así lo ha a confirmado a Europa Press el responsable regional de paradores de CC.OO, Magno José Ruiz, quien ha recordado que las negociaciones entre la Dirección de Paradores Nacionales y el Comité Intercentros por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la empresa se retomará el miércoles, 2 de enero.

Esta reunión se celebrará un día antes de que concluya el plazo de negociación el 3 de enero.

Esta nueva huelga en paradores con motivo del ERE está convocada para este lunes y el martes, coincidiendo con la celebración de la Nochevieja y el Año Nuevo.

En la anterior reunión, ambas partes —directiva y sindicatos— acercaron posturas después de que la compañía haya propuesto descartar cierres definitivos y reducir a casi la mitad el número de despidos, pasando de 644 a 350 bajas en toda España.

Hasta el momento, la compañía ha puesto sobre la mesa una oferta que reduce a casi la mitad el número de despidos, pasando de 644 a 350 bajas, descarta el cierre definitivo de ningún parador frente a los siete inicialmente planteados, y reduce de cinco a tres meses de media el tiempo de cierre de otros 27 establecimientos de la red de hoteles de alta categoría.

Asimismo, Paradores ha incluido también en su propuesta una mejora en las indemnizaciones, que serían superiores al mínimo legal establecido, con 25 días por año trabajado, por un máximo de 19 meses, mientras que los sindicatos piden 25 días por año trabajado con 24 mensualidades de tope.

El plan de viabilidad propuesto en un principio por la compañía incluía el cierre definitivo de siete establecimientos de la red, cierres temporales durante cinco meses para otros 27 y el despido de 644 trabajadores, el 14% de la plantilla.

La compañía justificó su plan ante la "insostenible" situación financiera de la empresa, que ha visto caer su índice de ocupación de un 70% en 2007 a un 52% en 2013, con unas previsiones de pérdidas de unos 30 millones en 2012.