La Asociación de Centros de Empleo de Navarra (ACEMNA) ha presentado los resultados de un informe que analiza el retorno de las inversiones públicas en los centros especiales de empleo (CEE), concluyendo que por cada euro invertido por las administraciones se retornan un mínimo de 3,24 euros al conjunto de la sociedad.

El informe ha sido presentado por el presidente de ACEMNA, Ángel Gastón, entre otros, quien ha señalado que este estudio "evidencia lo beneficioso de las subvenciones públicas a los CEE tanto social como económicamente".

El objetivo del estudio, ha destacado Gastón, es "visibilizar los beneficios sociales, laborales y económicos aportados por la actividad de los centros de empleo, calculando para ello el retorno que produce cada euro invertido en los CEE".

Según se desprende del informe, de ese euro invertido se retorna directamente a las administración públicas 0,37 euros, de manera que la cantidad real de inversión por parte de éstas es de 0,63.

El estudio señala que si se suprimiera esta inversión de 0,63 euros, las administraciones tendrían un gasto mínimo real de 0,85 euros, los trabajadores del CEE y las empresas relacionadas con la actividad del CEE dejarían de ingresar 1,72 euros y tanto las familias como otras organizaciones de atención, incluidos los recursos gestionados directamente por la administración, tendrían que incrementar sus gastos en 0,30 euros.

La investigación, que ha valorado el ahorro y el impacto económico indirecto de estas inversiones en las familias de las personas con discapacidad, es consecuencia de un estudio que incorpora por primera vez en España la aplicación de la metodología SROI (Retorno Social de las Inversiones) en el entorno de las empresas de integración social.

ACEMNA agrupa a siete de los centros especiales de empleo que trabajan en Navarra a favor de la integración social de las personas con discapacidad: Amimet, Fundación Bidean, Elkarkide, Fevimax-Logística, Gureak Navarra, Dya Servicios Discapacitados y Tasubinsa. En los centros trabajan más de 1.000 personas, siendo más del 85% personas con discapacidad, mayoritariamente intelectual.

En España existen más de 2.000 centros especiales de empleo en los que trabajan unas 65.000 personas con discapacidad, un modelo que cumple treinta años y que ha propiciado que "los empresarios confíen en las capacidades" de estos trabajadores.