El Comité de Empresa de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ha pedido este lunes "sensatez" a Nuclenor, empresa propietaria de la planta, para mantener la actividad de las instalaciones, después de la parada del reactor, con la que se extrajo todo el combustible gastado para trasladarlo a la piscina de almacenamiento.

Según ha señalado el presidente del comité, Alberto César González, ahora se abre un periodo de espera, en el que es necesario que impere la "sensatez" de las partes implicadas, con el objetivo de que la empresa pueda alcanzar algún tipo de acuerdo que permita reconducir la situación.

En este sentido, ha explicado que también es necesario conocer si el Congreso de los Diputados ratifica esta semana la aprobación de la tasa que gravará a las centrales nucleares, a través del Proyecto de Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética, y si existe alguna otra vía que permita su continuidad.

Al respecto, ha señalado que, aunque el cese de la actividad de Garoña es una cuestión de calado económico, se trata además de un caso político, puesto que la política siempre ha estado presente en todo este proceso, por lo que ha dejado una puerta abierta a lo que pueda suceder en los próximos días.

Finalmente, ha recordado que en España existen otras siete centrales nucleares en situación similar a la de Garoña, por lo que ha apelado de nuevo a la sensatez para su mantenimiento.