La Generalitat catalana  e Invicat han cerrado este miércoles el acuerdo por el que la filial de Abertis y el banco brasileño BTG Pactual se hacen con la gestión de la empresa pública Tabasa y Túnel del Cadí, una concesión que durará 25 años y por la que el Govern ingresará 430 millones.

La firma del contrato ha sido posible después de superar el principal escollo, los plazos de pago, y el acuerdo final incrementa el pago inicial del 70% al 72% (309,6 millones), pospone hasta el final del periodo el abono del 28% restante y añade un interés anual del 6% durante los 25 años.

En concreto, Abertis y BTG Pactual se han hecho con el contrato para la gestión, conservación y explotación de los túneles de Vallvidrera y sus accesos (C-16, en el tramo entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès), y los de Túnel del Cadí y sus accesos (C-162 en el tramo comprendido entre Riu de Cerdanya y Fontanals de Cerdanya; y la GIV-4082 en el tramo municipal de Alp).

El proceso negociado se inició el 18 de octubre, después de que la Generalitat declarara desierto al concurso al considerar que la oferta presentada por Invicat, un documento de un centenar de páginas que no contenía una cifra económica, no cumplía las condiciones fijadas en el contrato de gestión.

De las cuatro empresas a las que se invitó a participar (Invicat, Cedinsa, Cintra y Globalvia), Invicat ha sido la que ha presentado la propuesta que el órgano de negociación considera que cumple con las condiciones requeridas.

Abertis ya había presentado en septiembre una manifestación de interés que estaba condicionada a reunir la financiación necesaria, conseguir un socio financiero y que el proyecto tenga los criterios de rentabilidad que exige el grupo presidido por Salvador Alemany, algo que se ha conseguido de la mano de BTG Pactual.

Con todo, el Govern ha cumplido su objetivo de adjudicar el contrato antes del 31 de diciembre en su estrategia de simplificar el sector público para reducir el déficit y equilibrar las finanzas de la Generalitat, y de este modo cede la explotación de los túneles de Vallvidrera y de Cadí, pero mantiene su propiedad y el servicio continuará siendo público.

La privatización de la gestión de Tabasa y Túnel del Cadí llega después de la adjudicación de Aigües Ter Llobregat (ATLL) al consorcio de empresas encabezado por Acciona durante los próximos 50 años y por 1.000 millones de euros.

La adjudicación de Tabasa y Cadí se produce en un día marcado por las movilizaciones de los trabajadores de estas empresas, que temen que la privatización impida la devolución del recorte salarial que han sufrido, coincidiendo con el inicio de la operación salida del Puente de la Constitución.