La portada del diario NY Post en la que se ve un convoy del metro entrando en una estación mientras un hombre intentan salir de la vía segundos antes de morir arrollado ha suscitado una gran polémica en los medios de comunicación de EE UU, así como en las redes sociales.

Las críticas vertidas por los lectores en Internet, además de cuestionar la relevancia de la noticia para ocupar toda la primera plana, se centran en el fotógrafo de la instantánea, a quien le reprochan que disparara la cámara en lugar de rescatar al hombre que había caído en la vía.

El propio fotógrafo, R. Umar Abbasi, un colaborador del NYPost, ha explicado un día después que él se encontraba demasiado lejos del hombre y que precisamente disparó las fotos para intentar que el flash de la cámara avisara al conductor del tren del peligro que había para que parara antes.

El fotógrafo, que considera injustas las críticas recibidas, explica que vio al hombre caer en la vía, mientras por los altavoces se anunciaba la entrada del tren. Dice que echó a correr hacia él, disparando la cámara de fotos de manera automática, sin prepara las lentes.

R. Umar Abassi cuenta que todo ocurrió muy rápido, en unos veinte segundos. Asegura que había gente más cerca que él del hombre que sin embargo no acudió en su rescate. Y dice que él permaneció al lado de la doctora que intentó reanimarlo para ayudar a separar a la gente y que tuviera espacio para actuar.

Todavía dos días después, ha explicado, le sigue atormentando la experiencia vivida.

El hombre de la fotografía, el fallecido, es Ki Suk Han, un coreano de 58 años que iba a tomar el metro de la calle 49 en Manhattan, cuando al parecer -y según los testimonios recabados por la prensa de EE UU- un indigente comenzó a molestar a los viajeros en el andén.

Suk Han le interpeló por su actitud y entonces el hombre le propinó un fuerte empujón que le lanzó a la vía del tren. En ese momento entraba un convoy en la estación cuyo conductor no pudo frenar a tiempo.