El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ha subrayado este jueves el rechazo de la Junta de Andalucía a la reducción que propone Europa en la cuota máxima admisible de voraz o besugo de la pinta, pesquería a la que se dedican 91 barcos en la región, fundamentalmente de Tarifa y Algeciras.

En declaraciones a los periodistas, el consejero ha manifestado su preocupación por la disminución en un 20 por ciento de la cuota para 2013 y de un 36 por ciento para 2014, de acuerdo a la propuesta realizada al Consejo por parte de la Comisión Europea y ha pedido al ministro Miguel Arias Cañete que muestre una "oposición firme" en el Consejo de Ministros de la UE en beneficio de un sector "muy complicado".

Además, Planas ha recordado que esta pesquería se ha venido regulando de "forma rigurosa" desde 2002, mediante planes nacionales que han supuesto fuertes reducciones de la flota y del esfuerzo pesquero, cambio en el arte y anzuelo y establecimiento de vedas espacio-temporales, entre otras medidas. A causa de ellas, la flota andaluza voracera ha pasado de 140 a 91 barcos, lo que se traduce en una reducción del 35 por ciento.

Con la propuesta de reglamento presentada por la Comisión Europea, el Total Admisible de Capturas (TAC) de besugo, que en 2012 fue de 614 toneladas, bajaría a 491 toneladas en 2013 y 393 toneladas en 2014.

Asimismo, según ha destacado, en los últimos años se ha creado un "agravio comparativo importante" hacia los pescadores andaluces, ya que los pescadores de terceros países comparten el mismo caladero y realizan sus capturas sin estar sometidos a ninguna regulación. "Ello está influyendo de manera negativa en que las medidas de gestión y regulación puestas en marcha no estén surtiendo los efectos necesarios sobre la población del voraz en el Estrecho de Gibraltar", mantiene la Consejería andaluza.

Por otra parte, y en relación al reglamento comunitario que fija para 2011 y 2012 las posibilidades de pesca para los buques de la UE de poblaciones de peces de determinadas especies de aguas profundas, se llama la atención sobre el hecho de que exista una disparidad de criterio sobre la talla mínima de desembarque permitida en el caladero atlántico (35 centímetros, aunque el 15 por ciento del pescado desembarcado podrá medir hasta 30 centímetros) y la establecida para el mediterráneo (33 centímetros), según se recoge en el Reglamento para la explotación sostenible de los recursos pesqueros en este mar.

Puesto que la situación se torna especialmente problemática en el ámbito del Estrecho del Gibraltar, donde las embarcaciones pueden alternar la pesquería en ambos caladeros, se considera necesario corregir la talla mínima del voraz para la parte atlántica.