Los andaluces mantienen en general una opinión "positiva" de la población inmigrante residente en esta Comunidad Autónoma, a pesar de la crisis económica que ha reducido considerablemente el mercado de trabajo, según el Informe Anual Andalucía e Inmigración 2011 del Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones, que ha sido presentado este jueves en Sevilla en unas jornadas inauguradas en la Casa de la Ciencia-CSIC, por el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera.

En el Informe de 2011 se resalta que "se ha constatado un notable grado de madurez y sensatez de la ciudadanía española, y concretamente la andaluza, a la hora de valorar el hecho migratorio en estos tiempos de crisis". La población andaluza, según este estudio, no está convirtiendo a la inmigrante en responsable de la mala situación económica y el crecimiento del desempleo, ya que, en general, advierte que el problema se encuentra fundamentalmente en la falta de oportunidades laborales.

No obstante, y según se indica en nota de prensa, en el Informe se refleja que la población andaluza demanda ajustar la regulación de los flujos migratorios al desfavorable escenario económico actual.

En su intervención, el consejero ha subrayado que resulta fundamental la "gobernanza del hecho migratorio", puesto que de ella dependerá en gran medida la integración plena de la población inmigrante en la sociedad andaluza para evitar la aparición de conflictos.

Al respecto, Emilio de Llera ha señalado que la Consejería de Justicia e Interior está culminando la tramitación del III Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, que continuará las líneas de trabajo desarrolladas en planes anteriores y estará centrado en la gestión de la diversidad y de un hecho que es estructural, y no pasajero.

El informe del OPAM incluye una estadística de la población inmigrante en Andalucía, que revela que las provincias de Málaga y Almería siguen aglutinando a seis de cada diez personas extranjeras que viven en la Comunidad andaluza.

En el caso de Málaga, que agrupa al 39 por ciento de la población extranjera de toda Andalucía, la mayoría de los inmigrantes trabajan en el sector servicios, y proceden fundamentalmente de Gran Bretaña y Alemania. Por su parte, en Almería, donde representan casi el 21 por ciento, trabajan fundamentalmente en tareas agrícolas y proceden en su mayoría de Marruecos y Rumanía.

En cuanto al mercado laboral, el Informe Anual de 2011 refleja que la tasa de ocupación disminuyó un 8,5 por ciento entre la población inmigrante, frente al descenso del 2,4 por ciento que registró la española. El grupo más afectado fue el de los jóvenes de 16 a 34 años, que perdieron un diez por ciento de ocupación en el caso de la población extranjera y un nueve por ciento, en el de la autóctona.

La tasa de paro más alta entre la población extranjera en Andalucía la sufren los ciudadanos procedentes de Rumanía y Bulgaria más jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y los 34 años, mientras que las tasas más bajas las registran los que proceden de nacionalidades de la Unión Europea.