Ignacio concretó que Inmaculada, al contrario de lo que se dijo inicialmente, aún no ha hecho el testamento vital y que debería ser el hospital –concertado y de confesionalidad religiosa– el que avisase a la Consejería de Salud para que visiten a la paciente y recojan su último deseo, la muerte inmediata.
Comisión ética
Superado ese trámite, una comisión ética del Servicio Andaluz de Salud (SAS) decidirá a favor o en contra de que Inmaculada sea desconectada del respirador. Sin embargo, todo hace presagiar que este órgano derivará el asunto a los juzgados, lo que, según calcula el abogado, podría demorar la resolución del caso varios meses.
De momento, Ignacio pedirá hoy mismo al centro el historial médico de Inmaculada. Además, también hoy, la mujer recibirá la visita de representantes de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, a la que hace unos días remitió una carta pidiendo apoyo.
Una enfermedad muscular que le diagnosticaron a los once años dejó a Inmaculada postrada en una cama hace tres décadas. A los 29 años decidió que no quería seguir viviendo. Ahora tiene 51.
9 años pidiendo un teléfono
El abogado de Inmaculada ha lamentado que el Hospital de San Rafael haya hecho «oídos sordos» a muchas de las peticiones que su clienta ha realizado al centro. Sin ir más lejos, Ignacio Fernández afirma que esta mujer ha estado pidiendo y esperando que le pusieran un teléfono en la habitación desde hace nueve años. Al parecer, según relata, ese teléfono no empezó a funcionar hasta el mismo día en que el caso de Inmaculada saltó a los medios de comunicación.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios