La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha reconocido que se marchó de viaje de placer a Portugal el jueves 1, el sábado 3 y el domingo 4 de noviembre, solo horas después de la muerte de tres jóvenes en una instalación municipal, el Madrid Arena, y en plena crisis sobre la seguridad del edificio, que no tenía licencia y que no cumple la actual normativa de seguridad. Su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, fue quien se quedó al frente.

El Ayuntamiento confirmó este martes la información adelantada por el portal Economía Digital. Según respondió, realizó este "viaje privado" porque lo tenía "programado desde hace tiempo" con su familia. El complejo en cuestión es uno de los mejores hoteles del país, el Penha Longa Hotel Golf Resort, situado en una reserva natural nacional a 10 minutos de Sintra, a 15 de Cascais y a media hora de Lisboa.

Según el diario El Mundo, Botella se fue dos veces. La primera, el mismo jueves, horas después del siniestro y tras acudir al Instituto Anatómico Forense. Sin embargo, volvió el viernes viendo cómo se estaban desarrollando los acontecimientos y ofreció una rueda de prensa. El sábado, ya por la mañana, regresó a Portugal.

La tragedia del Madrid Arena se produjo sobre las 4.00 horas del jueves 1 de noviembre, festivo, durante la celebración del evento de música electrónica Thriller Music Park.

El mismo día, acudió al Instituto Anatómico Forense, donde se encontraban los cuerpos de Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce (todas de 18 años). Allí hizo una escueta declaración y aseguró que "la relación" existente entre la empresa organizadora de la fiesta —Diviertt S.L.— y el Ayuntamiento "tenía todos los papeles en regla". A continuación, acudió a la Fundación Jiménez Díaz y al Hospital 12 de Octubre para interesarse por el estado de las dos adolescentes que resultaron heridas graves, María Teresa Alonso (20 años) y Belén Langdon (17 años). Después, cogió la maleta y, sin cambiar sus planes, se fue a Portugal.

El viernes 2, regresó a toda prisa, dada la magnitud que estan adquiriendo los acontecimientos. En una rueda de prensa vespertina convocada de urgencia, Botella dio por canceladas todas las macrofiestas y tomaba su primera y hasta el momento, única medida: "Nunca más, mientras yo sea alcaldesa, cederemos ningún edificio del Ayuntamiento para este tipo de eventos". A partir de ahí, el mando del Ayuntamiento y la gestión de la crisis quedó en manos del vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva.

Durante la mañana del sábado 3, la alcaldesa volvió a Portugal. Belén Langdon, la menor de edad que se encontraba ingresada, fallecía a las 8.50 horas del mismo día después de permanecer en estado crítico durante 48 horas.

Durante el fin de semana, su equipo capeó como pudo las noticias que apuntaban a un exceso de aforo del recinto en el que se celebraba la fiesta, a problemas en la seguridad, a la presencia de menores en el interior del Madrid Arena, a la supuestas buenas relaciones del empresario organizador, Miguel Ángel Flores, y el vicealcalde o las que apuntaban a que el Madrid Arena nunca había tenido licencia de funcionamiento.

Villanueva y Pedro Calvo, concejal de Economía y presidente de Madrid Espacios y Congresos, la empresa pública a traves de la que el Consistorio gestiona el Madrid Arena, negaron cualquier responsabilidad del Ayuntamiento en las muertes. El segundo, sin embargo, terminó admitiendo la falta de permisos de funcionamiento del pabellón, aunque lo justificó asegurando que estos no eran necesarios.

Botella, que regresó de su retiro el domingo por la tarde, no ha vuelto a hacer ninguna declaración más sobre el Madrid Arena hasta este martes, cuando reconoció su escapada al país vecino. El lunes sólo se pronunció para felicitar a Miguel Ángel Villanueva por su "trabajo de coordinación e información" mientras ella estuvo ausente, un detalle que no se hizo público hasta este martes: "Desde el primer momento ha ejercido con el máximo rigor y responsabilidad sus tareas de portavoz del gobierno municipal". Después, acudió al tanatorio de San Isidro, donde se encontraban los restos mortales de Belén Langdon.

Hasta el momento, el Ayuntamiento ha confirmado que el Madrid Arena no tiene licencia —aunque Madrid Espacios y Congresos intentó obtenerla y Urbanismo se la denegó, según informó El País— y no cumple las normas de seguridad e incendios vigentes, sino las del año 2001, cuando se construyó. Paz González explicó que esta situación es completamente legal, ya que el nuevo Código Técnico de Edificación no se aprobó hasta 2006.

También ha admitido que realizó el contrato de alquiler del pabellón con Diviertt a pesar de que la Ley de Contratos Públicos lo impide, porque la empresa tenía deudas con la Seguridad Social.

En los últimos días, el Partido Socialista ha exigido la creación de una comisión de investigación municipal que el PP ha aceptado. Izquierda Unida ha solicitado la dimisión de Pedro Calvo, responsable de Economía. UPyD quiere que también dejen su puesto Villanueva y Paz González.