Fraile niega intento de "comprar" el voto de la edil de Camas y ve las grabaciones "incompletas"

El exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Camas (Sevilla) Antonio Enrique Fraile ha negado este martes que, junto con el resto de acusados, quisieran "comprar" el voto de la exedil Carmen Lobo a cambio de que votara a favor de determinados puntos en el pleno municipal, y ha asegurado que las grabaciones del presunto intento de cohecho están "incompletas" ya que "falta lo más importante, el final" y "no tienen absolutamente nada que ver con la realidad de lo que allí se vivió".

El exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Camas (Sevilla) Antonio Enrique Fraile ha negado este martes que, junto con el resto de acusados, quisieran "comprar" el voto de la exedil Carmen Lobo a cambio de que votara a favor de determinados puntos en el pleno municipal, y ha asegurado que las grabaciones del presunto intento de cohecho están "incompletas" ya que "falta lo más importante, el final" y "no tienen absolutamente nada que ver con la realidad de lo que allí se vivió".

Durante su declaración en el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, Fraile ha reconocido que participó tanto en la reunión del día 8 de agosto de 2005 mantenida en un bar como en el encuentro del 18 de agosto en la vivienda del empresario Eusebio Gaviño, pero ha insistido en que los acusados "rechazamos en todo momento cualquier petición" de dinero planteada por el exmilitante de IU Francisco Gordo. "Esa era la tónica permanente", ha reiterado.

Ha explicado que conoció a Gaviño en una visita que éste hizo al Ayuntamiento para interesarse por una solicitud que había hecho para construir un gimnasio en la localidad, cita en la que "me preguntó insistentemente si" dicho proyecto "iba a ir a pleno", lo cual no era posible ya que faltaban una serie de informes técnicos, negando que en ese encuentro "le dijera que el Ayuntamiento estaba paralizado", ya que la situación "no era de caos, sino que el Ayuntamiento funcionaba" en ese momento.

Tras ello, el empresario le llamó y le comentó que Gordo estaba con él en un bar y que "le dijo que tenía una sentencia que absolvía" a la concejal —que había sido expulsada de IU junto con Gordo—, y que "como las relaciones con el PSOE no eran las mejores estaba dispuesto a llegar a un acercamiento con IU". Tras ello, según ha dicho, se puso en contacto con el entonces alcalde de Camas, Agustín Pavón (IU), para que acudiera al bar, donde los cuatro acusados mantuvieron "un encuentro de cinco minutos" pero en el que Gordo no hizo entrega de la referida sentencia.

El imputado, que ha precisado que en el bar, "a cuatro o cinco metros" de ellos, se encontraba el que fuera alcalde de Camas y delegado provincial de Empleo Antonio Rivas, ha señalado que "dieron poca credibilidad" a que Gordo tuviera la sentencia y, a continuación, abandonaron el establecimiento.

El 18 de agosto de 2005 mantuvieron una segunda reunión en casa de Gaviño después de que éste "me llamara para pedirme disculpas por lo sucedido en el bar y para decirme que Gordo le había insistido en que tenía la sentencia y quería reunirse con Pavón", por lo que "decidimos ir" con el "único" objetivo de ver la sentencia. "En la reunión se le pide que enseñe la sentencia en reiteradas ocasiones, pues podíamos haber cometido un error con ambos", pero "dice que la tiene y al final no aparece".

"nosotros no íbamos a comprar a nadie"

No obstante, los acusados no abandonaron la reunión "porque de antemano suponíamos que tenía" dicha sentencia, ha señalado el acusado, insistiendo en que "en todo momento rechazamos cualquier petición, pero Gordo intentaba eclipsarnos con su voz". "Le dijimos que no veníamos para eso" y que "nosotros íbamos por la sentencia y no íbamos a comprar a nadie", por lo que "rechazamos las barbaridades que Gordo decía", ha puesto de manifiesto Fraile.

"Cuando Gordo decía algo económico, nosotros lo rechazábamos, y esa era la tónica permanente", ha aseverado, señalando que Gordo "le hablaba más a la grabadora que al conjunto de personas que estábamos allí". "Nosotros no íbamos a comprar a nadie, íbamos única y exclusivamente por la sentencia, porque era un tema de mucho calado que, de alguna manera, a todos nos afectaba", ya que "teníamos la obligación moral y política de restablecer la situación de Lobo si era cierto que había una sentencia que la absolvía".

Según ha explicado, la reunión "terminó mal, con un enfrentamiento" entre Pavón y Gordo, pues "le dijomos que dónde estaba la sentencia y ahí ya colmó el vaso y provoca y empieza a dar voces". "Fue vergonzoso", ha concluido.

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