El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publica la resolución por la que se procede a abrir el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) al Convento de Santa Clara, de la localidad pacense de La Parra, en la categoría de monumento, con el objetivo de reconocer y proteger este elemento relevante del patrimonio cultural extremeño.

El Convento de Santa Clara, fundado en 1673 por Juana González Lozano, fue ocupado por monjas clarisas. En 1979 lo abandonaron las últimas religiosas y en 1985 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de La Parra y a tener uso como centro cultural, informa el Gobierno extremeño en nota de prensa.

A finales de los años noventa se llevó a cabo la rehabilitación del edificio, según el proyecto del arquitecto Francisco Viñao D'Lom, en líneas generales, muy respetuoso con los aspectos de interés patrimonial del inmueble. En los últimos años, aunque con distintos propietarios, ha tenido un uso hostelero que mantiene en la actualidad.

El convento se sitúa en la calle Santa María, donde se localiza la única fachada del inmueble, y ocupa una parcela de aproximadamente2.500 metros cuadrados. No se trata de un edificio exento, sino que se sitúa dentro del casco urbano de La Parra, concretamente, entre las calles Santísimo Cristo de la Misericordia, Luis Chamizo y la ya citada Santa María.

El edificio, estilísticamente, se encuadra dentro de un cierto barroco popular y tiene entre sus características más notables, la sencillez tan propia de la arquitectura de las órdenes franciscanas. Conserva sustancialmente su estructura original y está construido en su mayor parte mediante muros de carga; pilares; bóvedas de arista y de cañón; viguería de madera, o de materiales contemporáneos en las zonas más reformadas; y cubiertas de teja curva.

Elementos destacables

Los elementos más destacables del edificio son la portada adintelada de piedra; la Iglesia o Capilla del Santísimo Cristo de las Misericordias y San Juan Bautista (con su coro); el claustro; la sala capitular; el refectorio y la crujía de las celdas. Otros elementos de interés patrimonial bien conservados son el torno original, carpinterías, solados, rejas, molduras y algunos restos de pinturas murales.

El Convento de Santa Clara de La Parra, aunque no presenta elementos de especial valor histórico-artístico, es un "excelente ejemplo" de arquitectura conventual de tipo barroco popular y una clara muestra de que es posible rehabilitar edificaciones antiguas y adaptarlas a un nuevo uso sin alterar los valores esenciales de un monumento.

La declaración como BIC implica no solo la salvaguarda del bien, sino de un entorno de protección que también se define en la resolución, por la que se incoa el expediente, publicada hoy en el DOE. Tras su publicación, se abre ahora un periodo de un mes para el trámite de información pública.

Respecto al citado entorno de protección, no se considera necesario en este caso que ocupe una superficie exacta de cien metros perimetrales, tal y como marca la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, porque, dada la localización del bien entre medianeras dentro de una manzana de viviendas cerrada, se entiende como suficiente, para proteger el mismo de cualquier posible impacto visual o similar, la delimitación de entorno que se plantea y que incluye los inmuebles más próximos.