Condenado por abusar y mantener relaciones sexuales con una niña de 13 años

Un ratón, con el monitor del PC al fondo.
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EP
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Un hombre de 30 años ha sido condenado a ocho años y nueve meses de prisión por haber abusado sexualmente de una menor de 13. Aunque la edad legal para mantener relaciones consentidas en España está situada en 13 años, los tres magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid consideran que el acusado se valió de la situación familiar de la menor y de su mayor experiencia para embaucarla y acostarse con ella.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2005, cuando Augusto H. se puso en contacto con la niña a través de un chat de Internet. Un mes después, logró que esta le diese su correo electrónico y su número de teléfono. También la convenció para que utilizase una webcam durante sus conversaciones. Él le envió una foto de otra persona para que no le reconociese.

La relación de confianza entre ambos fue en aumento. De esta manera, pudo saber que la niña tenía problemas con sus padres y que se sentía sola debido a que su madre, su abuela y su hermana estaban enfermas y requerían cuidados permanentes. Según la sentencia, el condenado confesó a la menor que estaba enamorado de ella. Después amenazó con matarla a ella y a su familia si no accedía a verle.

Mensajes amenazantes

En junio de 2006, después de recibir una veintena de llamadas, el padre de la niña cogió el teléfono de esta y contestó advirtiendo a Augusto que la dejase en paz porque solo tenía 13 años. En llamadas posteriores, la menor le confirmó que no había cumplido la mayoría de edad. Pese a ello, el acusado planeó la forma de verse juntos en Madrid.

El 14 de junio, ella se fue de casa sin avisar y viajó desde Sevilla a Madrid en autobús para intentar poner fin a la situación. Al llegar, según declaró, se quedó paralizada por el miedo y accedió a mantener relaciones durante cuatro días. El hombre también la obligó a bañarse con él, a beber alcohol y le hizo fotografías desnuda.

Las dos primeras noches la pasó en casa de un hermano del acusado; la tercera, en casa de una hermana, donde la madre del hombre le advirtió que la niña no tenía 18 años. La cuarta noche la tuvo dando vueltas porque el marido de su hermana le dijo que no quería que volviese por allí. La última noche la pasaron en un coche.

El 19 de junio, el acusado llevó a la niña a la comisaría de Ventas tras enterarse de que sus padres habían denunciado la desaparición. Ambos pactaron una excusa para exculpar al hombre.

Ella intentó suicidarse

Cuando la menor regresó a su casa, Augusto comenzó a mandarle cartas y mensajes para pedirle que volviera con él. En una ocasión, la amenazó con hacerle vudú, tras lo cual ella se tomó una pastilla de matarratas con la intención de suicidarse. El 2 de noviembre, se presentó en su instituto y logró hablar con ella. La Policía Local, que fue avisada por el centro, le trasladó hasta la estación de autobuses, donde el acusado les entregó el DNI de la chica.

El informe de los psicólogos que trataron a la menor reflejó síntomas de depresión y problemas afectivos y de relación por los que tuvo que recibir tratamiento. Los peritos establecieron que consintió las relaciones por miedo.

Por estos hechos, la Audiencia condena a Augusto H. a un año y dos meses de prisión por un delito de inducción a un menor a abandonar el domicilio familiar y a siete años y seis meses de prisión por un delito continuado de abuso sexual. Además, deberá pagar 18.000 euros por los daños morales causados a su víctima.

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